BURN IT DOWN

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Antes de dejar este mundo quisiera contar la historia de la cual soy testigo...

Hacía un año, que el anuncio de las próximas Olimpíadas fuera un boom en redes sociales. Inglaterra comenzaba a prepararse para ser el anfitrión de uno de los más importantes eventos deportivos en el mundo, inversión que también vio como una oportunidad para lograr un gran beneficio económico, generalmente mediante el creciente turismo.

La gente estaba entusiasmada con la idea de las siguientes Olimpiadas, así varias agencias de viaje comenzaron a rebajar sus precios y ofrecer múltiples promociones con el fin de aumentar su clientela; parecía que estos juegos serían los mejores a través de la historia y los de mayor audiencia, pero el destino tenía otros planes.

Para la mala suerte de muchos, incluyéndome, llegué a Inglaterra con grandes esperanzas de ser testigo del magno evento, pero los Juegos que el mundo esperaba no fueron más que un pretexto para que el caos reinara y nuestros temores más grandes nos apresaran en un mundo inimaginable.

La noche de inauguración era todo lo que se podía esperar; luces, actores, música y el tradicional desfile de naciones, pero todo terminó con un grito desgarrador, uno que aún retumba en mis tímpanos; un grito que se convirtió en el preámbulo de lo que nos esperaba. La gente se volvió loca comenzando atacar de la forma más bizarra y cruda posible, se convirtieron en caníbales, criaturas salvajes, algo que jamás creí que podría llegar una escena así fuera de la ficción, pero me equivocaba.

Nadie fue capaz de oponerse a ellos y la seguridad del lugar parecía no existir, causando que todos escapáramos con el fin de alejarnos lo más posible, pero parecía imposible. Sé que muchos huyeron a ciudades vecinas, pero otros no tuvimos la misma fortuna de escapar como ellos. Ojala pudiéramos acudir a medios de comunicación para saber lo que realmente está pasando pero nada funciona, no hay forma de escapar de esta pesadilla y nuestras esperanzas de vida disminuyen cada día que pasa.

Ahora somos pocos testigos aun vivos del día que empezó todo, y vivimos en contraste de los depredadores que se gozan saboreando nuestra carne.

Al final solo quisiera decir algo antes de que la puerta que me mantiene a salvo sea destrozada por mis perseguidores. Quisiera despedirme de este mundo, pero no sin antes decir que algo extraño está siendo llevado a cabo, lástima que no podré ser testigo del desenlace de esta historia. Desearía nunca haber venido... desearía... Morir de verdad.

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