Estaba demasiado despierto aquella tarde, no hallaba nada con lo que distraerme y mi mente necesitaba evadirse del ajetreo de la academia. “Piensa, piensa…algo tiene que haber que proponga un desafío” no paraba de repetirme a mí mismo mientras andaba sin rumbo. Me apetecía practicar con mis habilidades, pero no se me ocurría nada realmente…así que seguí deambulando por los alrededores de la escuela, cuando a unos cientos de metros pude vislumbrar unas nubes no demasiado separadas que por su color y densidad pronosticaban que si se juntaban podrían provocar una buena tormenta y sus consecuentes rayos, debía probarlo ya que mi curiosidad había comenzado a aumentar al imaginar todas las aplicaciones que albergaba este experimento si salía bien…”allá voy”.

Al instante que mis iris se tornaban de aquel plateado líquido me elevé una treintena de metros sobre el suelo, centrando la vista y usando las manos para concentrarme mejor en los objetivos empecé a mover las nubes, primero de una en una, pero pasados unos minutos conseguí mover las cuatro nubes más cercanas a la vez, “ya casi esta, vamos Adam….”. Unos minutos más y el cúmulo de nubes se transformó en un gran cumulonimbo de aspecto peligroso, así que antes de que pudiera suceder nada arranqué un fragmento de valla y lo hice levitar a unos metros de seguridad sobre mí. Podía notar como empezaba a concentrarse la electricidad en el cumulonimbo e intenté atraerla hacia el metal, sin embargo un flash de luz proveniente de la nube me sorprendió y a parte del primer rayo, que si había impactado sobre el metal, un segundo rayo se dirigía sobre mi…”¡reacciona, reacciona!” era lo único que podía pensar mientras veía como el rayo se cernía sobre mí.

Mi mente no paraba de decirme que me moviera, que me apartara y reaccionara de una maldita vez, sin embargo no podía moverme, no sabía que me estaba pasando, solo podía notar el trasero dolorido de la caída. El rayo a cada segundo estaba más cerca, pero entonces cuando lo tenía casi encima escuche un grito que me ordenaba agacharme, no creía que aquello fuera a evitar el impacto, pero le hice caso y me agaché.

Pude ver como un chico que no me sonaba demasiado se interponía entre el rayo y yo, absorbiéndolo por lo que parecía, “un electroquinético, curioso…” pensé intentando reconocerle, el absorberlo no parecía haberle afectado en demasía, sin embargo si camiseta y zapatillas no habían salido bien paradas. Me sentía impotente y algo estúpido por no haber reaccionado, así que debía agradecerle, me había salvado y eso estaba claro, sin embargo el chico se adelanto antes de que yo pudiera abrir la boca. – Si, gracias estoy bien….gracias a ti.- le confesé sonriente. – No te preocupes, ya te daré un buen abrazo cuando te descargues, que no mereces menos. – le dije mientras reía por lo estúpido que parecía yo mismo. Entonces me levante y nos movimos de allí como el había sugerido. – Si, mejor movámonos, no quiero ver más rayos por un tiempo.

Mientras le seguía me pude fijar en que el chico no estaba nada mal, sonrisa bonita y por lo que parecía con un carácter bastante alegre, quien sabe podría ser un gran amigo o quizás algo mas, nunca se sabía… - Por cierto, yo me llamo Adam.- sonreí.- ¿Y tú?, ya que no me suenas sinceramente. – le confesé.

Había conseguido salvar a aquel chico si no de la muerte de haberse quedado bastante echo polvo si el rayo hubiese impactado en él, me hizo caso al instante de gritarle que se agachara para cubrirse permitiéndome a mi ponerme en su lugar, la verdad es que la acción no había estado nada mal, me había quedado muy heroica y después de decirle aquella pulla de la mano con tono divertido y sonriendo me aseguró que una vez descargado me daría un abrazo por haberle salvado, -no te preocupes ha sido un placer- dije agitando la mano quitando importancia al asunto quitándome la camisa la cual echaba un poco de humo y ardía en los bordes del agujero por el impacto del rayo, -pero eso sí me debes una camisa y unas deportivas nuevas- le dije riéndome sacando la mano por el agujero de la prenda moviendo los dedos alternados.

Emprendimos camino hacía un lugar más cubierto esperando no tener más accidentes en el trayecto a la mansión después de aquel, y aunque tenía muchas ganas de ir a jugar al baloncesto no tenía ninguna intención de perder otra camisa por culpa de aquel cumulo de nubes enfurecidas provocado por el muchacho quien me seguía de cerca, obligado a acelerar un poco el ritmo para alcanzarme y ponerse a mi altura se presentó con una sonrisa encantadora, la verdad es que el chico era muy mono, sin poder quitarle los ojos de encima alternando la mirada en los tatuajes sus ojos y la sonrisa, me acerqué a un árbol cogiendo una piedra lanzandola a la copa para espantar a cualquier animal que pudiera estar en él, -es normal que no te suene, intento no llamar mucho la atención- le dije sin mirarlo pendiente del árbol, posando las manos en el tronco y empezando a descarga la electricidad en él, -me llamo Luke, encantado de conocerte- le dije una vez terminé de soltar aquella sobrecarga de electricidad en mi interior, extendiendo la mano para darle un buen apretón y formalizar las presentaciones, -oye en vista de que tus planes de recibir una descarga mortal han sido inútiles, que te parece si me acompañas?- le pregunté llevándome la mano a la parte de atrás de la cabeza jugando con el pelo, estirándome un poco por el gesto, -necesito coger una camisa y cambiarme de zapatillas claramente- dije levantando un pie dejando ver por una parte de la suela derretida el calcetín un poco quemado.

Emprendimos camino al interior de lo que todos allí llamábamos casa, ya que por mucho que no sintiéramos recluidos sabíamos perfectamente que era el único lugar al que llamar hogar, indicándole el camino hacia la habitación para poder cambiarme y seguir con la conversación ya que en vista de que mi plan de jugar se había ido al garete y no tenía nada que hacer había decidido que si el también quería podíamos pasar la tarde juntos ya que al fin y al cabo conocer gente es una de mis aficiones favoritas después de comer y dormir claro, -bueno Adam dime,¿por qué querías ser alcanzado por un rayo?- le pregunté con un tono gracioso para sacar tema de conversación hasta llegar a la habitación y romper aquel silencio sepulcral que tan poco me gustaba, mientras caminábamos le observé detenidamente quedándome absorto de vez en cuando en sus tatuajes, tenía muchísimos o eso parecía a simple vista, en ambos brazos, pero el que más me llamaba la atención era el del cuello, aquel tatuaje era increíblemente brutal a demás de parecer jodidamente doloroso, teniendo que dirigir la mirada de vez en cuando para que no fuera tan descarado y me pillara mirándolo fijamente. Al fin llegamos a la habitación le invité a pasar pero no antes de asegurarme de que mis compañeros no estaban o al menos que estuvieran visibles ya que a ningún tío le gustaba que lo pillaran en pelotas o peor haciendo cosas indecentes aunque naturales en nuestra fisiología, le dije que se podía sentar en la cama de abajo de la litera o en la silla del escritorio del fondo, dándole la espalda desnuda abriendo el armario sacando una camisa básica gris y unos pantalones vaqueros oscuros de pata estrecha con unos zapatos nuevos por supuesto -¿te importa?- le pregunté informándole que me iba a cambiar allí mismo, -ya estoy,¿tienes algún plan interesante para este aburrido día?-, dije una vez me terminé de atar el cordón de la zapatilla levantándome poniéndome en frente de él colándome bien la camisa por los hombros.

Offrol:

El chico, aun sin nombre había rechazado mi abrazo o eso me había parecido entender, el se lo perdía…aunque bueno, fuere lo que fuere me había salvado de acabar chamuscado o quizás muerto por el maldito segundo rayo que no esperaba para nada. Sin embargo no sé quien había salido pero parada, si él o yo, ya que al menos mi ropa solo tenía alguna mancha de césped y poco mas, no como la suya que estaba totalmente chamuscada y ni hablar de sus zapatillas que estaban derretidas. Volviendo al chico no pude reprimir una risa al ver como tonteaba con sus dedos a través del agujero de su camiseta. – Claro, no lo dudes…si usas mi talla mañana mismo las tienes, y si no nos vamos de compras un día.- Le dije sacándole la lengua, instantes antes de movernos hacia donde se dirigiera su nuevo compañero.

El rubio, tomó la iniciativa de la marcha mientras y yo le seguía de cerca, teniendo que aumentar en alguna ocasión la marcha para no quedarme atrás, “¿tendrá prisa?”,  nos paramos frente a un árbol y observé como lanzaba una piedra espantando a los pájaros que estaban posados en él, no entendía nada la situación era cada vez más extraña cuando empezó por lo que parecía a descargar la electricidad sobre el árbol.- Encantado entonces, Luke…mi héroe.- Le dije con sorna aceptando su apretón de manos, aunque realmente era cierto. Me sentí realmente extraño con aquel apretón, sinceramente eran extraños, definitivamente no me gustaba, mejor un buen abrazo que dar la mano, quizás para algunos era algo demasiado cercano pero a mí nunca me habían acabado de convencer los apretones, ni ahora ni nunca.

Su pregunta me pareció sugerente, ya que mi experimento no había salido del todo como estaba planeado no tenía nada mejor, y acabé de decidirme al observar el agujero en su zapatilla, se lo debía, estaba claro.- Claro, que te acompaño…no tengo nada mejor que hacer, la verdad.- dije reprimiendo reírme teniendo aun a la vista su agujereada zapatilla. Y sin más dilación nos adentramos en la mansión, aquel que estaba siendo mi hogar hacía apenas unos meses y del cual me cansada muy a menudo, el camino estaba siendo silencioso demasiado para mi gusto, sin embargo Luke fue más rápido que yo.- Pues nada, quería ver hasta que punto podía manipular otros elementos gracias a mi telequinesis, pero ya has visto como ha salido…no del todo bien.- Le expliqué fijándome en cómo se quedaba embobado de vez en cuando mirándome, a mi o a mis tatuajes, quien sabía…parecía que al chico le llamaba la curiosidad y eso me gustaba la verdad… poco después de pillarle mas de una vez mirándome llegamos a su cuarto, el cual parecía compartir viendo como husmeaba antes de invitarme a entrar, ya una vez dentro y ante si par de opciones para sentarme me decidí por la cama en la cual me eche sin pensarlo quedándome tumbado mirando que hacía. Podía verle la espalda, “bonita por cierto” pensé, mientras sacaba ropa para cambiarse, ni me dio tiempo a contestarle a la pregunta que me planteo cuando ya podía observar su cuerpo desnudo ante mis ojos…y el chico no estaba nada mal, toda fuera dicho, nada mal….- Em…ya da igual, ya te has cambiado.- me reí respondiendo a su siguiente pregunta antes de que la respondiera el mismo.- La verdad es que no tengo nada que hacer, mi plan era practicar con las nubes…pero ahora se me han quitado todas la ganas sinceramente…¿propones algo interesante rubio?.- Le dije, observando cómo se terminaba de colocar su camiseta.

Me hizo mucha gracia como el chico se había tomado en serio lo de las zapatillas de deporte  la camisa, y aunque no tuviera unas de repuesto no pensaba cobrarle por aquello, nadie me mando a meterme en medio fue deliberadamente, aunque algo coaccionado ya que no quería ver explotar un cuerpo o derretirse delante mía, no me iba nada la idea de ver morir a alguien de una forma tan desagradable, al menos de momento, y sonriendo ante la idea de ir a comprar con él, cosa que seguro sería divertida y provechosa seguimos caminando aceptando mi invitación después de cargarme y de su cara de no estar muy conforme con el apretón de mano, hablando de su intención fallida, de controlar algunos elementos con su poder, llegando al cuarto para poder cambiarme de ropa cosa que hice sin ningún problema delante de él, nunca me ha avergonzado quedarme en ropa interior delante de nadie convivía con tres chicos más los cuales eran heterosexuales por lo que no me importaba despelotarme delante de alguien

Seguía bastante impresionado por los tatuajes del muchacho después de sus ojos era lo que más me llamaba la atención porque aunque se notaba que tenía buen cuerpo no es el único con uno sin embargo era el primero que conocía en esta escuela de excéntricos que llevaba tantos tatuajes visibles, así que me imaginaba los que tenía debajo de la ropa, pero no solo es que tuviera muchos si que algunos estaban realmente en zonas asombrosas el del cuello fue para mi el más impactante, una flor de loto con tonos rojos, amarillos en naranjas rodeado de unas florituras en degradados de negro dándole más personalidad a dicha parte del cuerpo, terminando de vestir me acerqué al chico para preguntarle lo que tenía pensado hacer.

-¿Pues que te parece si vamos a dar una vuelta por la ciudad?- le pregunte con gesto pensativo llevándome la mano izquierda a la barbilla y el brazo derecho metido de bajo del otro para ver si se me ocurría alguna otra cosa interesante, -yo no tengo más clases así que tengo el día libre, ¿que me dices?- abrí los brazos y encogiéndome de hombros le lancé una sonrisa tímida, haciendo que se levantase de la donde estaba sentado, -pero antes una cosa más- levanté un dedo haciendo énfasis en "una", dejando al chico algo confuso por saber que era lo que me faltaba por coger, -creo recordar que habías dicho algo de un abrazo ¿no?- le pregunté entrecerrando los ojos de forma cómica esperando la muestra de afecto que me había prometido.

En la ciudad decidimos ir caminar sin pararnos en un sitio concreto hablando sobre nuestras cosas, el tiempo que llevábamos allí, como se activaron nuestros poderes y si eso afecto de manera drástica a nuestras vidas, aunque teniendo en cuenta que ambos estábamos en un colegio especial para gente como nosotros que además era nuestra casa, la ultima de las cuestiones ya tenia más o menos una respuesta bastante clara o al menos eso era lo que yo pensaba, Adam me caía cada vez mejor y aunque no teníamos muchas cosas en común era una persona amigable y de buen tratar, amable y cortes y tenía una risa que me enamoraba aunque no sabía muy bien por qué, ya que no tenía nada fuera de lo común,era sonora, con dientes blancos y en forma de media luna pero la del joven tenía algo especial. Pasamos por delante de varias tiendas de golosinas y el estomago me estaba rugiendo aunque no lo suficiente como para pararme a comer algo y aunque habían vendedores ambulantes de perritos por todos lados a mi se me apetecía algo dulce, fresco y con lo que disfrutase, "algo como eso" pensé cuando miré al frente y vi un carrito de helados animando al chico a comernos uno ofreciéndome a invitarle -¿De que sabor lo quieres?- le pregunté interesado, ya que la respuesta que diera diría mucho de su persona.

Era obvio que al rubio le había dado igual que le viese desnudo ya que no mostraba rubor en ningún momento, aquello era algo que me gustaba la verdad, la gente cortada y tímida a veces podía llegar a resultarme aburrida, pero este chico parecía bastante activo y bueno me había salvado así que aun le debía un buen favor, de los grandes. Pudiendo observar la habitación detenidamente mientras le otro se había estado cambiando también pude comprobar que en aquel cuarto a demás de él seguro que como mínimo dormían dos o tres chicos mas, a saber que juergas se pegaban mientras mi habitación solo era para mí, al menos de momento…ya que con la afluencia de nuevos mutantes a la academia no sabía cuando me tocaría compartir el cuarto, quizás debiera buscar compañero de cuarto antes de que me obligaran a compartir con alguien con quien quizás no me llevara bien, pero bueno ya se vería por ahora no tenía a nadie en mente la verdad, a demás la privacidad en mi cuarto era algo que me encantaba.

Dejando de lado mis cavilaciones sobre compartir o dejar de compartir mi cuarto, me fije nuevamente en como la vista de Luke iba de mis ojos a aquellas partes de mi cuerpo tatuadas, que eran la mayoría ya que empezaba a quedarme sin hueco, aquella curiosidad por su parte era algo que realmente no me hacía sentir incomodo, me gustaba que al resto le gustaran mis tatuajes, ya que iban a estar ahí  para siempre y yo mismo los adoraba y los admiraba cada vez que podía. Sobre todo me fijé en cómo me miraba por la zona del cuello, donde mi flor de loto resaltaba con su explosión de color, siendo este mi segundo tatuaje con color y uno de los más dolorosos, sin embargo era precioso y no era de extrañar que se hubiere fijado en el.  

Aun analizando aquellas aptitudes del otro no pude evitar una sonrisa al ver la postura que tomaba con su pregunta. – A la ciudad…claro, ¿por qué no? – le contesté mientras me rascaba el pecho a través de la holgada obertura de mi camiseta de tirantes, me encantaba esa camiseta ya que no pasaba nada de calor con ella, un gran invento. El no decía no tener más clases en aquel día, yo sin embargo no había asistido a ninguna durante toda una semana, dedicándome a practicar por mi cuenta y a hacer lo que me diera la gana. –Bueno, tú no tienes más clases por hoy y yo no he asistido a ninguna esta última semana asique, no hace falta que te lo confirme de nuevo.- le confesé sacándole la lengua. Me levanté dispuesto a partir cuando sin darme tiempo a dar un paso me dejo intrigado con su comentario, “una cosa… ¿qué será?” Me pregunte a mí mismo,  no podía faltarle nada a no ser que se fuera a poner una chaqueta y aquello no era posible ya que hacía un día fabuloso, al menos si te alejabas de las nubes que yo mismo había juntado, sin embargo la respuesta no tardo en llegar y la verdad no me molestó lo que pedía, -claro…lo prometido es deuda, además prefiero los abrazos a un apretón de manos como el de antes- le confesé acercándome y dejando escapar una pequeña risa al ver la cara que estaba poniendo el rubio. Le di un buen abrazo pagando una parte de la deuda que le debía por haberme salvado.- Por cierto, te debo una bien gorda por lo del rayo, asique ya sabes…tendrás que decirme como compensártelo.- le dije, dando por concluido el abrazo.- Pero ahora… ¡vámonos! – Grité adelantándome en salir por la puerta.

Al llegar a la ciudad caminábamos sin un rumbo fijo, avanzamos, doblábamos calles sin seguir un camino preestablecido, simplemente no dejábamos llegar mientras la conversación se hacía cada vez más fluida, sin embargo cuando llegó el tema de nuestros poderes, cómo y cuando se habían manifestado no pude evitar una muesca al recordar a James y su sangre brotando sobre mi espalda, sin embargo no tuve reparo en responderle.- Pues yo manifesté mi telequinesis con catorce años, y a partir de entonces vivo solo…ya que asesiné a mi padre cuando él disparo a mi profesor particular, James...- Le expuse, intentando mantener la sonrisa en mi cara, -sin embargo eso ya quedo atrás, así que no te preocupes – le di un pequeño empujón sacando mi mejor sonrisa mientras observaba diversas tiendas de golosinas que me empezaban a hacer la boca agua y empujaban a mi estomago a rugir cual león hambriento en la sabana. No sabía si Luke no deseaba parar o es que no era de cosas dulces, pero no iba a esperar más para comprarme algo dulce que menguara la gula que tenía en aquellos momentos, sin embargo justo cuando fui a abrir la boca vi de frente un puesto de helado que tenía muy buena pinta…y de nuevo el rubio tomó la delantera invitándome a un helado, no sabía si debía aceptarlo cuando era él quien me había salvado, pero ni quise darle más vueltas cuando me pregunto de que sabor lo quería. – Mmmm…lo quiero de chocolate, y si puede ser con chocolate líquido por encima – le dije mientras pensaba en cómo se derretiría aquella mezcla sobre mi lengua – soy un goloso, lo sé…así que corre y ver a por nuestros helado…que a este paso te voy a deber demasiados favores.- Le dije empujándole suavemente y con mi mayor sonrisa en la cara.

El chico había aceptado mi oferta sobre ir a al ciudad con bastante conformidad aunque tal vez no fuera el mejor plan del mundo al menos era algo diferente y en lo que se necesitaba salir de la academia porque podríamos ver una película o jugar a alguna de esas consolas que el Charles había conseguido para nosotros aunque cuando llevas dos horas jugando a los marcianos te empiezas a aburrir todo mejora en compañía o eso decían, pero antes de salir de la habitación le recordó a Adam el abrazo que le había ofrecido antes dándole con gusto para decirme mientras estábamos juntos que tendría que decirle como compensarme por haberle salvado del rayo y aunque lo hice desinteresadamente tal vez me cobrase ese favor algún día, quien sabe cuando necesitaré un telequinetico, para luego salir por la puerta disparado con entusiasmo y alegría, aquel chico me estaba empezando a caer realmente bien, y no sabía porque pero sentía algo interesante junto a él, tenía chispa y eso me encantaba.

Paseando por las calles de nueva york me contó como había descubierto su poder, una forma bastante dura por decirlo de alguna manera ya que mi manera de descubrir los poderes fue del todo simple y sin ningún riesgo para nadie, -pues yo estallé un par de bombillas y dejé a medio Las Vegas sin luz durante un día- le dije encogiendo de hombros intentando hacerle reír ya que me había parecido que aquel recuerdo no le era del todo alegre y con sentido aunque rápidamente se alegro y puso mejor cara, después de pasar por varias tiendas de golosinas intentando resistir las ganas hasta que divisé mi punto débil los helados, no podía resistirme a tomarme un helado y esperaba que mi acompañante también quisiera uno ya que no me gustaba comer solo y mucho menos si estaba acompañado, para mi suerte Adam era de los mio pidiéndome un helado de chocolate con chocolate liquido por encima asegurando luego lo goloso que era, -se ve- le dije con una sonrisa para luego ir a buscar los helados, y aunque el vendedor no tenía ninguno de mis sabores favoritos si tenía el de chocolate, por lo que le pedí dos iguales ya que la elección del chico me agradaba bastante y con dos cucuruchos de chocolate con el mismo liquido y unos barquillos encima fue de vuelta con el chico dándole a elegir quedando con el sobrante.

Echamos la tarde atrás entre risas y cosas de cada uno para conocernos mejor, lo típico de cosas que detesto, las que adoro, mi libro favorito, deporte, en definitiva cosas triviales que contar cuando uno quiere empezar una relación y ya dando la hora del cierre de casi todos los comercios allí estábamos nosotros aún en la ciudad que nunca duerme pasando un buen rato el uno con el otro, -vaya que tarde es- le dije tras mirar el reloj del parque en donde estabamos, -¿tienes ganas de irte ya?- le pregunté con curiosidad y esperando que su respuesta fuese "no" ya que no me apetecía volver a la academia ya que estaba la mar de a gusto con él.

Después de relatarle con bastante brevedad el cómo y cuando se habían manifestado mis habilidades la verdad que por unos instantes me sentí algo desanimado ya que recordar aquello me dolía algo más de lo que esperaba a estas alturas, sin embargo no lo intente ocultar ya que no podía cambiar lo que sentía, odié a mi padre con todo mi ser y seguía odiándole después de muerto al igual que añoraba a James, aquel joven que me demostró que podía ser querido y me abrió las puerta hacia lo que realmente me gustaba, nunca he amado ni creo que sienta algo tal por una mujer…y sinceramente no me planteaba ni si quiera el que me atrajese ninguna, “los hombres
son lo mío” me dije intentando animarme. Sin embargo no hizo apenas nada mas ya que nada más escuchar la historia de Luke no pude evitar reírme a carcajadas.- Perdona, no lo he podido evitar…es que me lo imagino y me entra la risa, toda Las Vegas…que fuerte.- le dije con una gran sonrisa en mi cara, imposible de ocultar. Aquel chico me estaba haciendo reír y pasar una tarde, por ahora, realmente muy divertida y aquello me gustaba.

Su comentario antes de salir a por los helados no supe como tomármelo, que se veía, ¿era yo demasiado tranparente? O el me estaba calando rápidamente, no lo sabía sin embargo no me había molestado su comentario ya que lo estaba pasando genial y esperaba que la cosa fuera todavía mejor, ya que aun quedaba bastante tiempo, aunque empezaría a anochecer en un par de horas como máximo. Dejando aquellos pensamientos de lado observé con detenimiento como el rubio se acercaba con los helados ya en mano, y parecía venir con dos iguales, se había copiado del mío, estaba claro…cuando por fin llego a mi lado me ofreció a elegir cual quería de los dos y por supuesto elegí el que más chocolate derretido tenia.- Este para mí, que tiene más chocolate líquido.- Le dije con mi mejor sonrisa, a la vez que engullía una cucharada, poniendo los ojos en blanco de lo dulce que estaba.- Me encanta el helado, gracias…-le confesé con toda la verdad del mundo mientras apartaba el barquillo del helado reservándolo para el ultimo bocado.

El resto de la tarde las pasamos hablando sin parar de cosas triviales, vaya lo típico realmente cuando estas empezando a conocer a alguien con quien nunca habías hablado. Echando un vistazo a nuestro alrededor pude ver como solo un par de tiendas estaban abierta y una de ella estaba comenzando a cerrar, “tan tarde se había hecho” pensé extrañado, lo cierto es que el tiempo había pasado volando y la verdad no me lo esperaba, pero estaba gusto hablando con Luke y pareció que él también se dio cuenta del hecho de que no estaban a punto de dejar hasta con las luces apagadas a este paso, -si, es algo tarde ya, a este paso nos dejan hasta sin luz- le dije soltando una corta risa que corte para contestarle de nuevo.- Pues la verdad, si volvemos a la academia sinceramente no me iba a acostar, ya que no tengo sueño….así que mi respuesta es no, no tengo ganas de irme ya, ¿tú que propones?.- Le conteste con sinceridad, ya que si volvíamos ya me quedaría despierto haciendo flotar cualquier cosa o algo parecido ya que a la hora en la que llegaríamos a la academia poco ruido podría hacer.

Había conseguido sacarle una sonrisa con mi historia de como y cuando se activaron mis poderes, sin molestarme ya que la había contado expresamente para alegrarlo y quitarle tal vez el mal recuerdo de su pasado de la mente en ese momento quedándose algo asombrado por haber dejado sin luz a toda Las Vegas,cosa normal si teníamos en cuenta que la gran mayoría se robaba la luz los unos a los otros por lo que la red eléctrica estaba tan conectada que el efecto dominó era inevitable, desde que uno cayese lo más probable es que cayesen los de más y seguimos el camino hasta toparnos con el vendedor de helados, como no el chico eligió el cucurucho con más sustancia, "no es bobo ni nah el chico" pensé echándolo una sonrisa cómplice al ver como lo cogía y se llevaba una enorme cucharada a la boca disfrutando al máximo a juzgar por sus ojos del postre apartando la galleta para el final, al contrario que yo que me la comí casi de un bocado, se notaba que le gustaba el helado echo que me corroboró y eso me hacía agradaba.

Conociéndonos más pasamos la tarde juntos en un parque no muy lejos de donde habíamos comprado los helados, cuando no pude evitar darme cuenta de que ya era bastante tarde pero no tenía ningunas ganas de irme a casa ya, porque si lo hacía estaba seguro de que me perdería algo interesante sobre Adam y quería saberlo todo, el chico me tenía bastante enganchado con sus cosas, su sonrisa, sus forma de hablar y sus tatuajes, los cuales llevaba queriendo tocar desde hacía rato, y preguntándole sobre si quería volver a la academia me dijo que no le apetecía mucho por lo que le propuse el mejor y ultimo plan para terminar la noche, y aunque no estaba  muy seguro decidí preguntárselo, -bueno si te apetece me gustaría llevarte a un sitio diferente-...-confia en mí te gustará- le dije por si se le plantearan las dudas al no decirle que lugar era ya que iba a ser la primera persona a la que iba a llevar a aquel lugar y quería que fuese una sorpresa, esperando su respuesta pensé que tal vez sería precipitarse un poco pero que alguien alguna vez me había dicho que solo hacían falta veinte segundos de coraje, y ese momento había llegado, me sentía bastante cómodo con Adam y estaba seguro a que le encantaría el lugar por lo que no vi impedimento a porponerselo

Me sentía orgulloso de mi mismo al haber elegido el helado con mas chocolate líquido, en parte podía llegar a darme reparo ya que Luke me había salvado del rayo, me estaba invitando a helado y parecía haberme contado el cómo obtuvo sus poderes para animarme después de que yo le contara sobre los míos, cosa que había conseguido, sin embargo no me corte para nada ya que al rubio no pareció importarle y gracias a ello no podía evitar estar sonriente durante toda la conversación y con cada bocado que cucharada de helado que daba no podía evitar relamerme los labios del gusto. Sin embargo la galleta la reservé para el final, untando chocolate sobre ella y engulléndola de un solo bocado, no como Luke que se la había comido nada más empezar, cosa que me había hecho gracia.

Había podido notar como el chico al igual que yo estaba bastante a gusto en mi compañía y eso era bueno, que aquel sentimiento de complicidad fuera recíproco no era algo tan normal como la gente creía, o al menos no era algo tan habitual en mi vida…desde aquel mi catorceavo cumpleaños, a partir del cual mi existencia dio un giro de trescientos sesenta grados había conocido a chicos con los cuales había congeniado y con alguno había tenido algo medio serio, pero la mayor parte de ellos solo buscaban los de siempre, sexo y otros dinero, vaya que lo primero no me había desagradado sin embargo de aquellos tíos nunca había sacado ni tan siquiera un amigo en el que confiar.

Mis pensamientos volvieron al presente haciéndome dudar sobre las intenciones del rubio, no podía leerle la mente ya que no era telépata, “una pena, la verdad”, y en realidad ni tan si quiera sabía si al chico le gustaban los hombres también…aunque de aquello estaba casi seguro por la manera en la que se quedaba mirándome de vez en cuando, así que decidí dejarme de tonterías y contestar a lo que parecía ser una pregunta por su parte. – No sé cómo contestar a eso, ya que no puedo saber si me apetece ir sin saber a dónde voy…- me encogí de hombros, sin retirar la sonrisa de mi cara para que no pensara que le estaba dando una negativa –…sin embargo, creo que puedo confiar en ti, ya que por ahora todo esta yendo como la seda y no me has dado ningún motivo para desconfiar de lo que me dices…así que, tendré que dejarme guiar por ti.- Le conteste con una sonrisa curiosa.- Pero una cosa más…no me dejes perderme, eh?.- Le dije sacándole la lengua, a la vez que me ponía en pie esperando que Luke me guiara.- ¿Vamos?

Con mi cara de niño bueno y mi gesto inofensivo había conseguido convencer al castaño de que me acompañara a mi lugar preferido de toda al ciudad sin saber cual era, aunque algo desconfiado me pidió que no le dejara perderse, -nunca dejaré que te pierdas puedes estar tranquilo- le dije con tono seguro y firme, ofreciéndole la mano para salir de allí dirigiéndonos a la última parada de la noche, el lugar cumbre para un día tan perfecto como aquel, el sitio donde todos los problemas se iban dejando paso a un tranquilidad que superaba con creces la que daba el yoga u otros métodos de relajación mordernos o al menos eso me pasaba a mí.

llegamos a la parte trasera de un edificio grande y blanco, esperaba que el olor a cloro no delatara donde lo iba a llevar ya que quería que fuese toda una sorpresa, la puerta trasera era de cerradura eléctrica con código de seguridad para la alarma la cual no me fue nada difícil desactivar, esto de controlar la electricidad era la cosa más útil del mundo, tenía acceso a todo lo que estuviera protegido con sistemas de segurar o cámaras de vigilancia ya que con todas la central de dicho sistema este caía dándome total libertad para no ser detectado, entré primero diciéndole que esperara un momento, y fue a encender las luces de la piscina rápido, avisan dolo de que ya podía entrar, -pero espera que aún hay más- le dije antes de que pudiera decir nada y accionando una pequeña palanca un ruido atronador empezó a surgir del techo, las placas de metal se estaban recogiendo las unas sobre las otras para dejar una piscina con techo de cristal permitiéndonos observar con total facilidad un manto de estrellas sobre el lugar.

-Bueno ¿qué te parece?- le pregunté acercándome a donde estaba, "¿le habrá gustado la idea?, ¿y si es alérgico al cloro o no le guste mucho nadar?", pensé mientras esperaba una buena reacción por su parte ya que sería un poco patético que no le gustase nada teniendo en cuenta de que aquel era mi sitio favorito de toda la ciudad, ya que decir del mundo me parecía extremista teniendo en cuenta que nunca había salido del país, aunque sabiendo los buenos momentos que había pasado aquí dudo que otro lugar pueda ofrecerme esta tranquilidad, este lugar era como mi santuario, mi cueva secreta donde poder olvidarme de todo y no pensar, solo observar, flotando en el agua la inmensidad del universo.

La verdad es que la idea de ir a un sitio desconocido y del cual no iba a saber nada me había llamado la atención nada más salir por la boca del rubio. Debía de ser algo bastante interesante o personal para que no quisiera decirme de ante mano a donde iba a llevarme, cosa que no llegaba a comprender ya que realmente nos acabábamos de conocer aunque era obvio que había una muy buena conexión entre ambos y que no estábamos dejándola pasar, sino que la aprovechábamos y la vamos haciendo por lo que parecía más sólida por segundos…además con esa cara de niño bueno que me había puesto habría sido imposible negarle ir donde me quisiera llevar, quizás me estaba dejando llevar demasiado por la situación pero nada por el momento me lo impedía, así que pensaba descubrir que era lo que Luke quería mostrarme con tanto misterio.

Mi comentario parecía haber calado más profundo de lo que lo habría esperado, simplemente se lo había dicho por que yo me distraía con facilidad mirando cualquier cosa que llamara mi atención, pero su contestación me había gustado…seguro y con convicción, realmente no me lo esperaba,- Nunca… ¿será verdad?- susurré cuando me di cuenta de que estaba pensando en voz alta, y para mi sorpresa aparte de su comentario pude sentir su mano contra la mía agarrándome con firmeza y evitando que me alejase de su lado. Fui todo el camino siguiéndole, agarrado a su mano, cosa que no me desagrado en ningún momento, esperando con ansias el saber a dónde íbamos, sería algún local con maquinas antiguas, una casa abandonada con vistas al mar, no lo sabía y aquello era excitante en cierto modo. Entonces llegamos a la parte de atrás de un edificio de color blanco, “que será ese olor” pensé sin poder identificarlo, dirigí la mirada hacía Luke, quien había soltado mi mano para acercarse a la puerta y por lo que parecía estaba abriendo una cerradura, sin embargo no parecía una normal, “¿será suyo este edificio?” me pregunté sin que me preocupara realmente si lo era o no.

Instantes después la puerta estaba abierta y la oscuridad reinaba en su interior, pero aun así el rubio se internó en las sombras haciéndome esperarle fuera.- Aquí esperaré, tampoco sabría volver por mi cuenta.-dije aun estando seguro de que él no podía llegar a escucharme desde el interior del edificio, mi ojos volvieron al lugar donde antes solo había oscuridad y del que ahora parecía surgir una luz al fondo cuando el rubio le aviso de que ya podía pasar, “allá voy”, entonces entre y pude observar una gran piscina en el extremo de la sala fui a hablar cuando Luke me dijo que había algo mas y accionaba una palanca…”¿que mas podía haber en aquel lugar más emocionante que una piscina en la oscuridad?”…entonces la respuesta apareció de golpe. El techo del se estaba replegando, dando paso un segundo techo de cristal por el cual se colaba toda la luz de la luna y las estrellas que formaban la bóveda celeste sobre nuestras cabezas. Sin embargo yo no pude decir más que – Jo...der, es una pasada Luke…enserio, no me esperaba algo así.- Le confesé, sin poder quitarme la sonrisa de la cara, ya que aquello era una pasada y el agua me estaba gritando que me zambullera y observara las estrellas que se reflejaban en ella como si de un segundo cielo se tratase.- No puedo aguantar más, es precioso y tenemos hasta un segundo cielo reflejado en el agua…allá voy.-Concluí mientras sonriendo a Luke le adelantaba dirección a la piscina aunque elevándome unos centímetros sobre el suelo para quitarme telepáticamente la ropa con mayor velocidad, así estando ya con mi bóxer negro al borde de la piscina me lancé al agua. – El agua esta perfecta Luke, y las vistas…. ¡espectaculares!- Le grité, invitándole a que se lanzara el también, ya que el conocía ese lugar y me había llevado hasta allí no podíamos volver sin darnos un buen baño.

El momento estrellar del día, de noche, y para finalizar la maravillosa experiencia que había tenido conociendo a Adam decidí llevarlo a mi sitio favorito, la piscina publica de la ciudad, en aquel lugar todo se desvanecía quedando en cosas insignificantes, protegiéndome con el agua y el manto de estrellas a mi cabeza alejando de mi las malas emociones inundándome de paz y tranquilidad, aquel sitio era mi emplazamiento geográfico preferido del planeta o al menos de lo poco que conocía de el.

Cuando Adam entró quedé expectante a su reacción, intrigado de si le gustaría o no, hecho un manojo de nervios por como se tomaría que le llevara a un lugar tan personal pero había una cuestión que me preocupaba algo más y era que si aquel lugar seguiría siendo mi santuario en el caso de que saliese mal aquello, y aunque aquello no era nada solo dos jóvenes conociéndose y compartiendo cosas intimas en el fondo estaba eufórico porque de verdad pasase algo, aun sin conocer ni siquiera los gustos sexuales de mi acompañante, pero no me hacía falta nada, había una conexión que me daba muy buenas vibraciones y de esas cosas yo entendía, entre nosotros había chispa ahora solo tenía que averiguar si esa chispa llevaría a fuegos artificiales o se quedaría en un intento fallido, cosa que me aterraba de alguna manera por el echo de vivir bajo el mismo techo, podría soportar el rechazo pero tal vez fuese algo incomodo o tal vez no, a lo mejor de esto saco la mejor amistad que jamás tendré, el destino es caprichoso y el tiempo ya me diría como acabará la cosa por lo que decidí no preocuparme más.

Al final Adam habló, expresando claramente lo mucho que le había gustado el lugar, asombrado por el techo, dándome la oportunidad de respirar tranquilo y en lo yo suspiré satisfecho por lo bien que me había salido mi movimiento el chico ya se estaba quitando la ropa para meterse en el agua climatizada dejando ver todo su cuerpo el cual tenía tatuado casi al completo, sorprendido por aquellas vistas no pude evitar sentirme observado por la gran calavera de su espalda increíble e intimidante son las palabras que mejor la definirían desde mi punto de vista.

Quedando es ropa interior el chico se lanzó al agua sin pensárselo dos veces, "mierda, la ropa interior que tengo se transparenta" pensé dudando por un momento de si meterme con pantalones, dejando la vergüenza a un lado cuando el chico me insinuó que entrase. Me desnudé rápidamente colocando la ropa mía y de Adam a un lado para que no se empaparan, corriendo hacia el agua con las manos frente a la entrepierna, a pesar de que ya me hubiera visto antes cambiándome aquella situación era diferente ya fuese porque antes llevaba la camisa antes de quitarme los pantalones o porque esta ropa interior no estaba preparada para el agua, dejando ver todo lo que podía ofrecer sin tener que recurrir a la imaginación, me tiré de cabeza buceando unos cuantos metros, acercándome al muchacho subiendo a la superficie llevándome las manos al pelo para echarlo hacía atrás dando unas cuantas brazadas para acercarme más, -¿a qué es increíble?- le pregunté mirando hacía el techo absortó por las estrellas y la luna, para luego bajar la mirada y no quitársela de encima a él y a sus tatuajes.

El día estaba siendo uno de los mejores que pasaba desde que había entrado en la Academia, la verdad que nunca habría esperado todo lo que estaba haciendo aquel día, ya que no tenía pensado nada demasiado ajetreado para el mismo, solo practicar con mis poderes fuese de la manera que fuese. Y pensar que todo había empezado con aquellas nubes y mi “genial” idea de juntarlas para vete tú a saber cómo iba a controlar el rayo que surgiere de ello, sin embargo en primera instancia si lo habría conseguido si no hubiera sido por aquel maldito segundo rayo que no esperaba, y menos mal que Luke había aparecido ya que si no, no sabría realmente como hubiera acabado… ¿espachurrado quizás? ¿O muerto definitivamente?, mejor me ahorraba pensarlo ya que todo había salido bien, muy bien definitivamente.

Y después de todo aquello, de tener que interponerse entre el rayo y yo, cuando no tenía por qué hacerlo, siendo un completo desconocido para él me había sacado de la Academia, llevándome de aquí para allá. De visita a Nueva York, andando sin rumbo e invitándome a un rico helado de chocolate, cosa que no había podido resistir y no pude negarme ante su invitación. El hablar con él me gustaba, estaba realmente a gusto sin saber porque, su sonrisa y el cómo me trataba me hacía estar muy cómodo a su lado, sus miradas hacia mi creyendo que no le veía mirarme y quedarse embobado a veces me habían sacado muchas sonrisas y despertado una curiosidad sobre que podría estar pensando sobre mí, cosa que pretendía descubrir antes o después.

Sin embargo lo que menos esperaba era lo que estaba pasando, había empezado con una misteriosa insinuación y después de andar y hacerme esperar en aquel extraño lugar había conseguido sorprenderme sobre manera. Por fin había entendido que era aquel olor extraño que se notaba alrededor del edificio, cloro, y al ver lo que dentro del edificio se escondía no había podido ocultar mi alegría y una enorme sonrisa. Sin embargo aquello no era la última sorpresa del rubio, ya que cuando el techo desapareció y las estrellas junto con la Luna invadieron el lugar, reflejándose contra el agua el lugar se volvió mágico y realmente especial. Aquel lugar me dio la impresión de ser algo especial para Luke, ya que se le había notado extraño mientras me guiaba sin embargo ya lo iría descubriendo, ahora tocaba disfrutar de lo que llegara, cosa que pude ver llegar cuando el rubio pareció darse cuenta de que le invitaba a bañarse al igual que yo hacía.

Al principio pareció dudar, “espero que no le de vergüenza” pensé sin poder evitar una corta risa, sin embargo instantes después pude ver como decidido se empezaba a desnudar quedando en ropa interior que desde lejos parecía transparente, cosa que tendría que descubrir cuando estuviera más cerca, “que atrevido el rubio”, antes de acercarse al agua vi como cogía mi ropa y la suya y las apartaba para que no se mojaran, era atento y eso me gustaba. Sin embargo milésimas de segundo después comendo a correr pero con las manos delante de su entrepierna, confirmándome definitivamente que la ropa interior que llevaba era de la que transparentaba, no entendía el porqué se tapaba cuando en su propia habitación ya había podido observar su trasero sin nada cubriéndolo, a demás aquella ropa me gustaba ya que yo mismo tenia de ese tipo también. Por fin al borde la piscina y sin detener su carrera se lanzó de cabeza al agua, desapareció por unos instantes entre las burbujas que su zambullida había provocado, para aparecer a poca distancia de mi, la cual acortó tras unas brazadas en mi dirección, preguntándome la cosa más obvia del día, bueno…más bien de la noche. –No…es lo siguiente a increíble, enserio te lo digo, no podría haber esperado acabar aquí cuando me levanté esta mañana.- Le conteste, dándome cuenta de que tras preguntarme se había quedado absorto mirándome, “quizás piensa que soy algo raro con tanto tatuaje” me dije a mí mismo, aunque estaba dispuesto a saber que pensaba de aquello. – Sabes…he podido notar cómo me mirabas durante el día y supongo que pensabas que no me daba cuenta, así que ¿tanto te gustan mis tatuajes? – Le pregunté, agarrándole suavemente por la barbilla para poder hacer coincidir mi mirada pícara con la suya.

Estaba demasiado embobado mirándole los tatuajes que me dejaba ver por encima del agua en el cuello, pecho, espalda, brazos, y también tenía varios por las piernas delos que me había percatado justo antes de que se tirase al agua, no sabía muy bien porque me llamaban tanto aquellos tatuajes tal vez fuese porque el chico era de lo más interesante y estaba seguro de que cada uno de ellos tendría un significado especial para él, aunque también creo que era porque siempre había conocido a gente con uno o dos pero a nadie que estuviese tatuado casi al completo de su cuerpo, con cosas tan perturbadores aunque increíbles como para estremecerme. Como era obvio el chico e había dado cuenta de que no paraba de mirarle las imágenes grabadas en su cuerpo ya que no era tonto y yo era algo descarado a la hora de quedarme mirando a una persona, casi nunca por no decir nunca intentaba no dar tanto el cante y cortarme a la hora de mirar, "mierda se ha dado cuenta, ¿disimulo?, vaya estupidez no servirá de nada" pensé mientras esquivaba la mirada del chico poniéndome algo colorado por haber sido tan descarado que hasta a él le había llamado la atención, -pues bueno son bonitos- le dije encogiéndome de hombros "muy bien Luke, seguro que se lo toma como una ofensiva" reaccioné justo cuando la palabra bonito salió de mi boca, aquella palabra era la que todo el mundo utilizaba para darle un adjetivo a algo que no le gustaba o le llamaba la atención que se decía para no herir a la otra persona, -quiero decir que me gustan bastante, soin curiosos y llamativos- intenté salir del paso como pude, quedándome callado luego.

Estaba algo nervioso sin motivos en realidad ya que aquello era un simple baño entre dos chicos que se caían bien, sin intenciones de sonar pícaro no pude contenerme más -¿puedo tocar el tatuaje de tu cuello?- le pregunté sonrojando al oír en voz alta como sonaba aquello, seguramente Adam se estaba llevando  una impresión totalmente equivocada de mi, no me extrañaría que saliera corriendo dejándome atrás. Había quedado como un autentico fetichista con es pregunta, y como siguiese así de lucido esto quedaría en una posible amistad truncadas por los gustos raros del chispitas rubio.

Las miradas que el rubio pensaba que había conseguid disimular volvieron de nuevo a mi mente haciendo que una sonrisa se plantase en mi cara, inmutable y vibrante. No le había querido decir nada ya que realmente no sabía por qué lo hacía, peor pensaba que sería por que algo había visto en mi, aunque sobre todo sería por los tatuajes…ya que realmente ocupaban la mayoría de mi cuerpo, haciéndome ver como una “obra de arte” andante, lleno de imágenes que representaban aquello de lo que me sentía orgullo, mi pasado y mi abierto futuro, aquellos que me habían inspirado y marcado mi pasado de alguna manera, mis tatuajes eran y serán mi historia.

Y aunque yo sabía que era observador Luke realmente no parecía haberse esforzado demasiado, o si lo había hecho no era muy bueno, pero bueno aquello no me importaba ya que me daba igual si se me quedaba mirando y por lo que estaba viendo no lo hacía con malicia, sino porque estaba interesado en aquello que veía, “que tierno” pensé. Mis pensamientos recorrían todo lo que habíamos hecho y las miradas que el rubio me había echado hasta aquel momento, en el cual incluso le acababa de pillar de nuevo, aunque esta vez mas directamente y le había podido decir algo. El chico esquivó mi mirada aún teniendo su barbilla agarrada, parecía avergonzado y sus palabras me parecieron algo banales la verdad.- Solo bonitos entonces, pensé que habrías visto algo mas o tendrías una opinión mayor – le dije con un tono de decepción en mi voz “esperaba algo mas pero supongo que era solo eso lo que tenía que decir” pensé cuando nuevas palabras y esta vez de mayor calidad surgían de sus labios. – Bastante…eso me gusta más la verdad – le sonriéndole – y si, la verdad si que me han dicho alguna vez lo de llamativos, a mi me encantan la verdad son parte de mi como mis pulmones.- Le confesé.

Luke parecía haberse puesto más nervioso y si silencio me estaba matando – Luke…. – comencé a decirle algo cuando su pregunta llego de golpe. Quería tocar mi tatuaje, el del cuello, nunca antes me habían pedido algo así…sin embargo no me parecía nada mal, aunque no sabía cómo iba a reaccionar yo mismo ya que aquella zona de mi cuerpo era bastante sensible y me hacía vibrar con un pequeño roce. Aun así no pensé ni un segundo en negarle aquello, el chico estaba avergonzado y yo no quería que lo estuviera, quería verlo sin corte de nuevo. – Claro que puedes bobo…pero solo si me vuelves a mirar a los ojos – apoyé mi mano sobre la suya, – que son demasiado bonitos para que no me dejes verlos.- Le dije guiando su mano sobre mí en dirección a mi cuello, esperando que me devolviera la mirada.

El chico era de lo más atento percatándose de cada uno de mis movimientos, aunque seamos francos, yo no solía ocultar mucho como y cuando lo hacía era una de esas personas tan transparentes como el agua y eso hacía que me resultaran difíciles dos cosas, la primera era cuando quería aparentar se misterioso y la segunda era cuando intentaba ocultar algo, y esta era la más difícil de todas, no era el mejor para guardas cosas como fiestas sorpresas y algo inesperado aunque cuando se trataba de confesiones de sus amigos como Kurt o Kitty, me convertía en una tumba andante sin mencionar un palabra sobre lo que me había contando.

Al fin decidí preguntarle al chico si me dejaba tocar su tatuaje del cuello, aquella flor de loto colorida con varios degradados en negro de formas sinuosas y esbeltas que le recorrían todo su cuellos incitándome a acariciar toda aquella superficie y acercarme más con ansias de ver cada detalle y no perder me nada del colorido de su cuellos, al principio me sentí totalmente ridículo por haberle preguntado eso de forma algo fetichista y en mi cabeza también algo vulgar, "que manera más sutil y rara de asustar a la gente" fue lo primero que se me pasó por la cabeza arrepintiéndome de haber echo semejante pregunta, quedándome algo impresionado por la respuesta del chico permitiéndome hacer lo que quería pero con una condición, algo que hizo que me colores de nuevo dejando ver mi lado más inocente, podría tocarle el tatuaje si le devolvía la mirada para no perderse nada de ella, aquello me hizo sentirme ridículamente atractivo. Mientras me atraía hacía él agarrado por su mano el corazón se me aceleraba de manera extrema dándome la sensación de tener un pequeño infarto allí mismo, nervioso y con los ojos clavados en él alternando la vista entre a donde se dirigía mi mano guiada por la suya y sus ojos.

Al lograr tocarle al fin corté mi respiración por un momentos suspirando luego al pasear mis dedos por las lineas inscritas en la piel del castaño, acercándome cada vez más a él para ver más de cerca el tatuaje, embobado y a menos de un palmo de su cara con la boca entre abierta con gesto fascinado por el colorido del chico paré en seco al ver como me miraba fijamente con una sonrisa en su rostro, -pues si es muy bonito, es normal que te encante- le dije aparatando un poco la mirada recordando cual había sido la única condición impuesta por Adam que lo mirase, volviendo a fijar mis ojos en los suyos, -bueno ¿y que significa?- le pregunte curioso por saber si tendría algún significado especial.

La verdad es que si lo pensaba dos veces la situación en la que me hallaba era bastante extraña, Luke y yo un una piscina a la Luz de la Luna y las estrellas, detalle que me encantaba realmente, yo captaba cada una de sus miradas aunque el creyese que no me daba cuenta y en ese momento estaba dirigiendo su mano hacia mi cuello...hacía mi flor de loto.

Pensar en aquella flor me trasladaba al día mismo en el que me la tatué, en una solo sesión…”una locura”, aquel día fue el día de mi décimo octavo cumpleaños y estaba excitado por que había estado planeando aquel tatuaje, mi primer tatuaje, a conciencia desde hacía meses.  Al entrar en el estudio de mi amiga Hope habíamos estado un buen rato de cháchara viendo como posicionarlo mejor y dándole los últimos retoques a su excelente boceto y al cabo de una hora ya estábamos manos a la obra y la chica aguja en mano ya estaba introduciendo al tinta en mi piel. Al principio me dolía la verdad, sin embargo pasados unos minutos me había acostumbrado a las constantes sacudidas de la pequeña aguja y miraba tranquilamente como mi amiga trabajaba ya que no podía hablarle debido a que estaba tatuándome la garganta y si me empezaba a mover me iba a matar. Aun así y sin poder hablar cuando terminamos el resultado final fue espectacular y le prometí volver en un tiempo para ampliar un poco más el asunto, y por esa promesa la explosión de color en mi garganta se veía degrada además en blanco y negro cubriéndome aun más el cuello, aquello era lo mío y a partir de ese momento me di cuenta de que iba a volver a tatuarme una vez más, y otras mas y así hasta verme tal y como estoy ahora. Había recibido alguna mirada de desagrado por parte de alguna persona, sin embargo aquello no me importaba yo estaba orgulloso de que aquellas obras de arte estuvieran en mi piel.

Podría seguir pensando en mis tatuajes por horas, sin embargo el pulso de Luke, que podía notar acelerado a través de su mano, me hizo volver a la realidad haciéndome ver que el chico estaba realmente nervioso y que quizás no esperaba que yo aceptara su propuesta con tanta diligencia. Y sobre todo no había podido evitar ver como sus mejillas se ponían coloradas cuando le pedí aquello que yo quería a cambio de permitirle tocar mi tatuaje, el chico me estaba resultando realmente tierno y encantador…nunca habría imaginado verlo en aquella situación comparando su actitud de ahora con la del resto del día, mostrándome ahora su parte más inocente y su rubor incontrolable. Incluso yo estaba empezando a notar un ligero rubor al ver como cumplía su parte del trato y me dejaba ver aquellas piedras preciosas que llevaba como ojos, la verdad no entendía porque pero su mirada me tenía hipnotizado.

Sin embargo en el momento en que sus dedos se pusieron en contacto con mi cuello no pude reprimir un gemido involuntario, - ngh… -, haciendo que mis mejillas se tornasen mas coloradas sin poder evitarlo. Seguía notando como el chico avanzaba por mi cuello y se acercaba cada vez más a mi cara, haciéndome sentir su respiración contra mi cuello, provocando que escalofríos recorrieran mi columna vertebral sin control alguno mientras yo me obligaba a reprimir aquellos gemidos que me estaba provocando con su roce, devolviéndole la mirada con una sonrisa algo forzada por el aguante que estaba teniendo que tener, haciendo que ni pudiera responder al halago que acababa de recibir. El chico aun mantenía su mano sobre mi cuello y pareció olvidar nuestro trato, sin embargo cuando le iba a llamar la atención volvió a centrar sus ojos hacia los míos y me hizo una pregunta que realmente esperaba. Abrí la boca para responderle, sin embargo lo primero que surgió de mi garganta de manera incontrolable fue un nuevo gemido, a causa de haberme reprimido tanto y obviamente era imposible que el otro no se hubiera dado cuenta, sin embargo yo ya iba a contestarle.

- Pues este tatuaje realmente fue el primero que me hice, en mi decimo octavo cumpleaños además. Y para mi simboliza mi nueva vida tras desaparecer mi padre de ella…mi renacer como un nuevo Adam, símbolo de seguir adelante y dejar atrás los años sufridos con aquel monstruo – le respondí con toda la sinceridad del mundo.- Pero no te creas que estoy mal con aquello ya que ya paso y no me arrepiento de nada de lo que me paso con mi padre – le aclaré por si acaso pensaba que aun seguía afectado. - Y…hay alguno más en el que quieras indagar con esos dedos tuyos, ya que yo no tengo ninguno para investigar... – Le susurré al oído acercando mi cintura a la suya, posando sutilmente mi mano sobre su abdomen.

Hice caso omiso a su gemido cuando le toqué el cuello ya que estaba seguro que lo hacía de broma para hacerme sentir algo incomodo o ponerme más nervioso y poder reírse de mí aunque no con maldad reírse al fin y al cabo, por lo que seguí recorriendo su cuello con mi mano examinando cada centímetro de su piel tatuada acercándome cada vez y poder admirar mejor el dibujo parando mi mano preguntándole por su significa, lo primero que salieron de sus labios fue otro gemido el cual parecía haber estado conteniendo bastante tiempo, haciéndome retirar la mano de inmediato de su cuerpo, vergonzoso pero sin quitarle la mirada esperando su respuesta que empezó mientras yo retiraba mi mano. Estaba claro de que Adam había pasado bastante durante su vida, aunque no lo sabía todo sobre él, cosa lógica teniendo en cuenta de que nos conocemos desde hace menos de 12 horas, sí sabía que no lo había tenido fácil pero que había sido capaz de superarlo y evolucionar para bien como persona, esa faceta suya me había cautivado, aunque yo nunca había tenido que pasar por cosas tan duras, mi vida no había sido tampoco un cuento de hadas por lo que sabía apreciar ese coraje en las personas que no dejaban que su pasado les definiera en su futuro, aquel día se había convertido en uno de los mejores desde que llegué a la escuela pero esa noche, ese momento que estaba viviendo me daba el presentimiento de que pasaría a ser uno de los más importantes y más dignos de recordar de mi vida.Sin previo aviso el chico se me acercó quedándonos con las cinturas pegadas y con una mano en mi abdomen inclinándose hacía mi oído para decirme algo, con el corazón acelerado y nervioso por como estaba evolucionando la noche, me dijo con tono pícaro acompañado de una sonrisa si quería indagar en algún otro de sus tatuajes ya que él no tiene en donde hacerlo, algo desconcertado de si aquello era una indirecta o un comentario burletero.

Lleve la mano a la parte derecha de su pecho para empezar el recorrido por el hombro y el brazo, y aunque en un principio fue con la intención de poder indagar más en sus tatuajes, también me centré en su cuerpo, el chico estaba bastante bien formado y curtido, se notaba que le gustaba hacer ejercicio o al menos se cuidaba ya que aquel cuerpo era imposible conseguirlo sin intentar tenerlo, y con mi mano recorriendo lentamente su brazo y aún pegados lo miré a los ojos, dejando ya la timidez y con intenciones de darle pie a la afirmación que antes había hecho, -si quieres puedes asegurarte de que no tienes nada en donde indagar- fueron las palabras que salieron de mi boca desvergonzada con tono inocente totalmente fingido. No era la primera vez que estaba con un chico pero aquella vez era diferente, y aunque no sabía cuales eran sus intenciones me había quedado claro que él estaba tan interesado en mi como yo en él por lo que tenia como objetivo averiguar hasta donde sería capaz de llegar el chico.

Parecía que mi primer gemido no había causado gran sensación en el chico, y aunque realmente no lo había hecho a posta para buscar una reacción me habría gustado notar algún cambio sin embargo, su mano recorriendo mi cuello, aquella tinta que llevaba conmigo a todos lados y el echo de estar conteniéndome para por fin soltar aquel segundo gemido si que pareció hacer reaccionar al rubio, su rubor podía confirmar que no esperaba aquello de nuevo.

Sin embargo no dije nada y de mis labios surgió aquella respuesta que el esperaba, mi tatuaje y su porque, aquel mi primer tatuaje, mi resurgir de la oscuridad…el primero de muchas más. Con cada palabra que salía de mi boca me daba cuenta de que si había superado todo aquello, todo mi pasado y me sentía feliz, realmente contento por ver que había conseguido emerger de aquellas cenizas y evolucionar salvando aquel día. Sin embargo aquello era pasado y ya no era importante, no como esta noche que estaba evolucionando a mejor por momentos, no sabía realmente hacía donde me iba a llevar pero estaba esperando a sentir algo extraño por todo mi cuerpo, una vibración, un cosquilleo que me recorría toda la columna vertebral y continuaba hacía la puntas de mis dedos, dándome a entender que aquella noche dependiendo de cómo prosiguiera llegaría a ser una noche para recodar por mucho tiempo y esperaba descubrirlo. Con este fin mi mano había acabado en el marcado abdomen de Luke, haciendo que aquel cosquilleo se concentrara en mi mano, y mis labios susurrando junto a su oreja incitándolo a seguir su exploración de una manera quizás demasiado pícara, sin embargo así había querido que sonara, quería ver que podía hacerme sentir aquel chico.

Apenas segundo después de mi sugerente contestación su mano volvió a recorrer mi cuerpo, calentado este por cada parte que recorría… mi pecho encendido con mi corazón palpitando a una velocidad excesiva, cosa que no entendía ya que no era la primera vez que un chico recorría mi cuerpo, quizás aquel rubio era diferente al resto, era como yo al fin y al cabo: un mutante. Del peso continuando por mi brazo, notando sus dedos húmedos recorrer mi piel caliente, quizás demasiado, mientras yo observaba su rostro y sus tentadores labios, no yo mismo entendía por qué me lo parecían, sin embargo el notarle recorriendo mi cuerpo me incentivaba a querer acariciarlos con los míos. Sacándome de mis pensamientos al notar como su caricia se detenía una invitación, detrás de lo que estaba seguro de que era un tono de inocencia fingida, salió de sus labios, aquellos labios que me tenían encandilado en aquel momento, además de todo el conjunto de Luke, en realidad aquel chico estaba haciéndome sentir algo que no esperaba y no estaba realmente seguro de que era. Aceptando su invitación con una sonrisa me dispuse a indagar como él me había sugerido.

- Creo que voy a aceptar tu invitación…- Le contesté mientras mis ojos se tornaban de aquel color plateado liquido, que en aquellos instantes se asimilaba a la luz de la luna y las estrellas que bañaba sus cuerpos. Deseaba verle entero, por completo a sabiendas de que sabía que después de aquello Luke no tendría nada que esconder de su fisionomía ya que aquella poca ropa que llevaba puesta me dejaría verlo por completo. Sin pensármelo un segundo más, alcé poco a poco los brazos elevando a Luke unos centímetros sobre el agua, arrastrando con él esferas de agua que también eran afectadas por mi poder. No pude apartar los ojos de su cuerpo, recorriéndolo con los míos de arriba abajo, fijándome incluso en lo que escondía tras aquella ropa interior, sin poder evitar que lamiera los labios para humedecerlos. Entonces me elevé quedando justo en frente suya para agarrarle por la cintura y quedar pegados a escasos centímetros del agua – ...creo que ya no tienes nada que ocultarme, ahora solo falta que yo te palpe un poco a ti... – le dije con una sonrisa en la cara y sin esperar respuesta por parte del chico me incliné uniendo mis labios con los suyos, rozándolos con mi lengua, esperando una respuesta mientras poco a poco descendíamos hacía el agua.

Mi mano recorría su desnudo cuerpo aún húmedo por el baño de antes, recorriendo las lineas de cada uno de sus tatuajes, aquellas marcas en la piel con tinta que me excitaban con una concentración que parecía perdido en ellas recorriendo una a una sin perderme nada, notando cada vez más el calor de su cuerpo deseando seguir el camino que me marcaban sin intenciones de parar, con su mano en mi abdomen inmóvil afianzando el poco espacio que había entre ambos por no decir el espacio inexistente, provocandome cada vez más hasta que de mis labios salió la frase provocadora que daría comienzo a algo lo cual deseaba.

Elevado en el aire por el chico mojado de cintura para abajo sentí una pequeña brisa cálida pero brisa al fin y al cabo erizando cada centímetro de mi piel y cada pelo de mi cuerpo acordándome entonces de que mi ropa interior no dejaba nada a la imaginación, y con intenciones de taparme un poco cesé en el proceso al ver lo interesado que estaba el chico, poniéndose a mi altura sobresaliendo del agua dejando caer las ultimas gotas de su cuerpo a la piscina. Nervioso inmóvil en el aire con él enfrente esperando su próximo movimiento fui a contestar a su atrevimiento cuando me besó, con nuestros labios pegados no pude evitar tener un cosquilleo por el cuerpo que me impulsaba a no parar a seguir hasta el final sin pensar en las consecuencias de mis actos, y con los labios húmedos pegados y nuestras lenguas jugando la una con la otra en una danza que quitaba el sentido, empezamos a descender de nuevo a la piscina, aquella escena era de lo más excitante además de romántica desde mi punto de vista, estaba caliente con una disposición sexual bastante clara pero nervioso y aunque Adam no era mi primer chico si era el primero como él, y no me refería a mutante ya había estado con mutantes pero no sabía si era por estar en mi sitio favorito o por el echo de saber más cosas de él que de mi antigua pareja, sentía que era el adecuado, que iba a ser especial y con ese pensamiento en la cabeza me dejé llevar.

Otra vez en el agua cubiertos hasta la cintura seguimos besándonos de manera apasionada pero relajada, sin prisas, disfrutando de cada segundo de aquel maravilloso beso en el que estábamos envueltos sin prestar atención a nada ni a nadie, el manto de estrellas se había quedado en un segundo plano después de probar aquellos labios carnosos y suaves acariciando los míos, se podría decir que ese ha sido uno de los mejores besos que he tenido. Rodee su cuello con mi manos acercándome más a él, pegando nuestro cuerpos centímetro a centímetro subiendo la temperatura en ambos, aquello nos estaba gustando a los dos, y mucho para concretar y cuando iba a poner mis piernas en su cintura para quedarme colgado del chico se me vino a la cabeza la misma sensación que había sentido antes, que estaba yendo muy rápido, que aunque fuese especial las cosas iban estrepitosamente y por experiencia aquello solo iba a significar un desastre total para mi por supuesto, no era el primero que venia y me rompía el corazón desapareciendo de la noche a la mañana y aunque el castaño no me daba para nada aquella sensación no podía evitar acordarme de lo enamoradizo e ingenuo que era, agarrándome al primero que pasaba entregándome al cien por cien bajando la guardia para luego acabar siendo el polvo de una noche de verano.

Pero el deseo que tenía por el chico era mayor que mis frustraciones en el pasado con la lista de individuos que traía a mis espaldas, Adam me hacía sentir seguro, vivo, querido, y eso era algo que antes no había sentido, por lo que aún sabiendo que me estaba arriesgando preferí no pensar en ello y ponerme a lo que estaba pasando, al fin y al cabo quien no arriesga no gana. Comencé a bajar mis manos por sus hombros pasando al pecho y recorriendo cada uno de sus abdominales con paciencia aún besándonos sin ganas de apartarme aún a falta de aire, descendiendo por su cuerpo hasta llegar a los oblicuos donde me detuve para perfilar de principio a fin su silueta llegando al fin al abdomen inferior, al principio del pubis donde estaba seguro de que me encontraría una sorpresa esperanzadora o al menos eso creía, aferrándome a él con ansias y  sin dejarle vía de escape.

-Meno mal- le dije con un suspiro al separarme de sus labios recuperando un poco de aire, -a juzgar por lo que siento no soy el único que quiero esto- dije de forma cómica al notar su miembro erecto pegado a mi cuerpo, y antes de que pudiera decirme algo me lancé a su cuello besándolo, de un lado al otro pasando por el centro volviendo a este para detenerme unos momentos en el y empezar a descender con paciencia y dando pequeñas caricias con los labios a sus clavículas en dirección a sus pectorales, deteniéndome en sus pezones, aquellos pequeños y sinuosos pezones en un pecho fuerte y fornido, jugueteando con la lengua el tiempo justo como para calentar más al castaño y dejarlo a gusto antes de pasar a la siguiente fase, llevándolo hacía el borde la piscina de la parte menos profunda de la misma por donde el agua no nos llegaba por encima de la entrepierna, y con aquella brisa en aquel lugar seguí mi camino para encontrar el fruto prohibido, aquello que tanto me gustaba pero que me aterraba descubrir, porque sabia que después de aquello era el momento en el que su pasado le volvía a pasar factura.