Se encontraba aquel día acostado en su cama, mirando el techo mientras pensaba en muchas cosas sin sentido, en si como le iría en el próximo examen, seguramente como siempre, aprobaría con notas altas y se ganaría el rostro serio de algunos chicos. Su mano sujetaba una pelota de tenis que lanzaba al aire para atraparla sin dificultad alguna. Poseía una camiseta blanca ajustada al cuerpo por ende todos y cada uno de sus músculos se dejaban ver con claridad, la camiseta no tenia mangas por le resultaban molestas. Tenia unos jean con las rodillas gastadas y unos tenis de color rojo con detalles en blanco. Su cuerpo despedía un agradable aroma pues se acababa de bañar, necesitaba una ducha tras haber venido de clases. Fue entonces que la pelota al caer en sus manos le hizo reaccionar, debía darle de comer a su hámster.

Cuando estaba por moverse, un chico entro a su habitación no sin antes llamarle por su nombre. Alzo una ceja para ver que se trataba de Eric, la puerta se cerro despacio hasta quedar enteramente sellada lo que le hizo tragar saliva. Se sentó en la cama como siempre que venia alguien, se ruborizo cual tomate para después sonreír a Eric, estrechando su mano con un fuerte apretón como saludo, detectado aquella picara sonrisa.-Hola Eric.-dijo algo tímido, desviando la mirada para levantarse de la cama, dejo la pelota sobre una mesa mientras tomaba el alimento de su mascota y ponía un poco de la misma dentro de la jaula. Se sentía algo acorralado, no era de socializar mucho con las personas.-Si, te recuerdo. Nos topamos hace unos días en un grupo de la clase de matemáticas.-le miro por un momento.-¿Qué tal te fue en ese examen?.

Pregunto como para sacar conversación, sus manos pasaron por detrás de su nuca para estirarse, lo que dejo ver una perfecta e ancha espalda masculina seguida de un hermoso pero redondo trasero; Teo era de cuidarse mucho físicamente, ya sea en las comidas y en el entrenamiento de su don, también participaba en las clases de deportes al mismo tiempo que solía salir a correr en las noches con el permiso de los profesores. Debajo de toda la ropa que usaba solía haber un chico muy atractivo que nunca dejo que nadie avanzara con él, rechazo a todo chico o chica que se le acerco, era raro y quizá demasiado pero así se sentía seguro.-¿Necesitas algo Eric?.-pregunto medio sonriendo.-

Se le quedo mirando a los ojos cuando se giro ante sus palabras, sabia que algo venia detrás de aquella invitación pero que mas daba, no tenia mucho que hacer, quizá era momento de dejar de ser tan cerrado po ende asiente a lo que Eric le dice, quedando medio ido en sus pensamientos mas profundos, se gira para coger una campera de verano la cual se ponía en encima para verle a los ojos mientras toma del clóset las llaves de su auto, la cual tenia escondidas entre su ropa. Teo aparentaba ser tímido, provenir de una familia humilde cuando realidad poseía una fortuna inmensa a su nombre y con ella pudo adquirir su auto. Le hace señas para caminar por los pasillos con Eric, mientras se ponía unos agradables lentes de sol, pequeños, redondos que tapaban sus ojos, dando a entender que usaría su auto, lo que hizo que todos se arrinconaran contra las ventanas mientras sonreía para salir al exterior e ir al aparcamiento. Observa un auto tapado con un plástico de color negro.

-Vamos a la ciudad a tomar algo, ¿un bar quizá?.-dice al jalar el forro que protegía al auto dejando ver a un Pontiac Firebird modelo 1982, uno de los autos mas caros en la época. Se sube al mismo para ponerlo en marcha abriéndole la puerta desde adentro a Eric para que se suba, a veces Teo dejaba de lado esa personalidad tierna y tranquila, aunque desde que se ha empezado a juntar con personas de la hermandad y los renegados se ha vuelto un poco mas rebelde pero no demasiado.-Dime, con exactitud a donde quieres ir.-toma la carretera principal, no había una maldita alma en las calles por ende pone el acelerador en el máximo para hacer salir chispas de fuego de las ruedas traseras.

Gira en una curva, había aprendido a manejar así por alguien dentro de la academia que le fue enseñando a medida que fue creciendo, era bueno corriendo y algunas veces solía hacerlo con unos amigos que no estaban en la academia. Teo tenia cosas o arranques que nadie sospecharía jamás y ahora Eric era testigo de su gusto por la velocidad. Alzo una ceja mientras observaba a Eric, bajando la velocidad para conducir normal al entrar a la ciudad.-¿Y bien?, ¿me dirás a donde ir?, oh ya veo...no tienes agallas.-bromea divertido mientras frena en un semáforo bajándose un poco los lentes de sol para observarlo.-Tomemos algo...después dejemos que una vez en la vida el viento nos guie.-