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Whose is that drink? [Ursa]
Whose is that drink? [Ursa]
Normalmente entre semana todas las clases terminaban a la misma hora, por lo que los pequeños pasillos del instituto se llenaban de alumnos correteando de un lado para otro. Algunos hacia su siguiente clase y otros a descansar. Kurt, por su parte, necesitaba un descanso después de esa larga y aburrida clase de historia. Adoraba la historia; pero en un libro, cerrado y bajo llave.
— Perdón... perdón… —intentó abrirse paso por el pasillo, ya que los alumnos tenían la mala costumbre de pararse a hablar en los sitios más importantes y estratégicos, como por ejemplo: la entrada de una clase, la salida de la misma, o en mitad del maldito pasillo. Habían salas de descanso precisamente para esas charlas.
Como vio que sus intentos por abrirse paso eran un tanto fallidos, pues al parecer eso de ser azul ya no llama la atención de nadie. Más que azul parecía transparente. Se puso de puntillas y divisó al final del pasillo una zona libre, por lo que desapareció de allí dejando una humareda de humo y con ello, su increíble rastro.
— ¡Kurt! —gritaron todos, repugnados por su olor, buscando al pequeño demonio para acribillarle con la mirada. El azulino miró hacia atrás con una traviesa sonrisa y volvió a girarse hacia adelante, chocando contra un alumno que no calculó en su trayectoria.
Era mucho más grande y era el famoso que se convertía en acero, por lo que le dejó la nariz, de poder haber sido, roja. Por suerte para él, nada mutaría su color azul, ni siquiera un buen golpe. Le pidió perdón y prosiguió hacia la cocina, encontrándose a su compañera a punto de tomarse una refrescante bebida. Kurt se teletransportó a su lado con suma rapidez y le arrebató juguetonamente la bebida, sin ánimos de romper su zen, aunque probablemente lo hubiese hecho.
— Mía. —dijo travieso, teleportándose un poco más allá para sentarse sobre la encimera, moviendo el rabo divertido—. Ya sabes que soy un poco vago. —se excusó bromista, tendiéndole la bebida para devolvérsela en el caso de que se molestara. Eso sí, era la misma distancia entre la chica y la nevera, que la de la chica y Kurt.
Re: Whose is that drink? [Ursa]
— No hay nada mejor que esto — se dijo a sí misma. Pero justo antes de poder abrir la lata de soda, un olor espantoso y familiar le sorprendió. Con un sonido particular de teletransportación logró ver (o más bien no) a Kurt.
Inmediatamente levantó la mirada, poniendo la cara más furiosa del mundo. Algunas cosas de la cocina comenzaron a flotar débilmente, y su piel cambió de color a su azul habitual. Se percató de que las cosas estaban flotando, y respiró hondo. El resto de los estudiantes dejó de mirarla, excepto un chico, qué se acercó a una velocidad impresionante, se puso de pie frente a ella, y le tocó la nariz.
— Auto-control — fue lo único que dijo que salió corriendo del lugar con la misma velocidad impresionante. Ursa le gritó una grosería y luego volvió a mirar al mutante azul.
— Kurt... — dijo en un tono de semi-reclamo, y luego extendió la mano, ya más sonriente para tomar lo que le había quitado anteriormente. La lata de soda probablemente ahora estallaría si la abría — Eres más que un vago... Eres insoportable — le dijo.
Re: Whose is that drink? [Ursa]
— Sí, también soy un poco así. Perdón, es uno de mis muchos y encantadores defectos —bromeó, puesto que de encantadores no tenían nada, pero de alguna manera había que aceptarlos.
El chico se bajó de la encimera y se dirigió hacia la nevera, cogiendo un zumo de manzana. Era su favorito. Lo batió, sacó la pajita y con un gesto infantil picó la abertura, para llevárselo a la boca y caminar hasta Ursa. El frío jugo bajó por su garganta refrescándole por dentro e hizo una pausa para hablar.
— ¿Qué tal te va? Estás irreconocible así, en el buen sentido de la palabra. Me da que ese tono de piel es el siguiente que más me gusta después del azul. Ya sabes que tengo devoción por el tono azulina, no sé exactamente por qué… —giró la cabeza y sonrió ladeadamente por la broma, bajando la mirada—. Nunca me has hablado mucho de tu mutación y tengo una duda. ¿Tus células miméticas reconocen temporalmente o tienen una memoria que dura más tiempo? Es decir, ¿puedes adoptar el color de piel que reconociste hace una semana? —preguntó con curiosidad. Para él era un mundo cada mutación y si era posible avasallaba a muchos de sus amigos con preguntas sólo para llegar a entenderlas mejor.
Re: Whose is that drink? [Ursa]
— Me va bien, reprobaré historia... — respondió, aunque no sonaba triste al respecto, era la materia que peor se le daba, y se la pasaba picando en el cuello al alumno que se sentara frente a ella. Le gustaba hacerlo para cambiar de color, y de vez en cuando absorber sus poderes — ¿Azul, eh? — Ursa extendió el brazo para tocar la mano de Kurt, y al hacer imitó el tono de azul de Kurt, que era más oscuro que el de ella — ¿Este es mejor? — sonrió y soltó una risita. El contacto había sido suficiente como para tomar su color, más no su poder.
Sonrió ampliamente y luego volvió a su color natural, un azul brillante, visible desde cualquier lugar. A Ursa no le molestaba su color en absoluto, de hecho le gustaba, aunque a veces su poder era tan pasivo que con tan solo rozar otras pieles tomaba un color diferente, por lo que siempre andaba distinta. Escuchó la pregunta de Kurt mientras intentaba abrir la lata, con cuidado para ver si no estallaba. Le miró con una mirada entre severa, aunque su sonrisa no permitió el efecto deseado.
— No puedes ir por ahí preguntándole a otros por sus mutaciones — espetó, luego se dejó sonreír, y se dispuso a responderla pregunta — Pero te responderé: depende del contacto. Puedo por ejemplo, recordar el color de mi padre — y su piel cambió a un tono moreno rojizo — pero si solamente he tenido contacto con una persona una vez, solo durará unos minutos... .
Comenzó a caminar, estar dentro de la escuela a veces era un poco absorbente. Tantas personas a las cuales podía golpear torpemente. Invitó a Kurt a caminar junto a ella con un ademán, y luego siguió abriendo la lata, y se detuvo. Sentía el gas estalllar..
— Ahora es mi turno de hacer preguntas... — exclamó ya en el vestíbulo — ¿Qué tan lejos puedes tele-transportarte? — era una pregunta muy específica, y además dicho con un brillo en los ojos, ese brillo peculiar. A ella se le había ocurrido una idea...
Re: Whose is that drink? [Ursa]
Una sonrisa se le dibujó en el rostro cuando la chica rozó su mano y su cuerpo pasó de ser pálido a adoptar el mismo tono que el de Kurt.
— Mejor el de fábrica —dijo el joven mutante; lo cierto era que no había nada como el aspecto natural de cada uno. Por muy lejos de la “normalidad” que estuviera.
La chica adoptó su azul, mucho más vivo que el de Kurt. Era una de las cosas que le gustaba de la chica, que podía elegir, al contrario que muchos. Aun así, era consciente de ciertos “límites” de su poder, pero realmente no sabía tanto como le gustaría. Por lo que, sin contarse demasiado, le preguntó sus dudas. Él no entendía por qué no podía preguntar por las mutaciones de los demás. La de él es claramente visible, ¡tenía todo el derecho a saber de las demás! Además, era un regalo, no algo que ocultar. Atendió a lo que le contestó la chica pero aun así Kurt seguía teniendo dudas: curiosidad insaciable.
— ¿Y cuánto tiempo has de estar junto a una persona para poder recordarla aunque no estés con él? ¿Mucho tiempo? En verdad… ¿si tocas mucho a una persona le robas nada, no? Simplemente… lo imitas. Es curioso en realidad. ¿Alguna vez has tenido algún poder que no sea el tuyo y lo has utilizado? —El chico abrió los ojos con suma curiosidad y una amplia sonrisa que podría caracterizarlo de ser un nerd empollón contento por un descubrimiento. O por lo menos, estar a punto de descubrir algo.
De un saltito Kurt se incorporó al lado de su amiga Ursa, caminando a su lado a… algún lugar desconocido. Él no tenía que ir a ningún lado, por lo que probablemente le estaría acompañando gratuitamente. La muchacha al parecer no quería quedarse con la curiosidad y también le preguntó a Kurt sobre sus poderes.
— Pues si quieres que te diga la verdad, es complicado. Creo que tengo ciertas limitaciones, dependiendo de la dirección. Aun así intento no transportarme nunca a un sitio que no esté viendo, puesto que si calculo mal, puedo acabar con un muro atravesándome de arriba abajo, por ejemplo —dio como ejemplo algo un tanto exagerado, pero para que lo entendiese— Así que nunca lo he comprobado. Pero supongo que mucho, pero no infinito. Por poner una cifra… ¿una milla? ¿quizás dos?
El chico se encogió de hombros. Quería saber mucho de las mutaciones de otros mutantes, pero realmente tenía hasta lagunas de la suya propia. Por miedo, sí, pero tenía claro que no quería arriesgarse a sufrir un incidente que podía ser mortal por sólo comprobar hasta dónde podría llegar. Se llevó el zumo a la boca y, caminando por el vestíbulo miró a través de una ventana, parándose y señalando por ella.
— ¿Ves aquel pedazo de antena parabólica? Hasta ahí llego perfectamente e incluso creo que si viera más allá de ella, podría incluso. ¿Pero sabes lo desagradable que debe de ser calcular mal y aparecer con una mesa atravesándote la pierna? —puso un mohín de lo más doloroso—. No quiero ni pensarlo.
Re: Whose is that drink? [Ursa]
— Mmmm... ¿Cuánto tiempo? Para adoptar el color de piel de mi padre fueron cinco años... el de mi madre fueron dos— respondió la chica. Ianthe era la profesora de Artes Marciales, una mujer bastante dura y estricta, pero siempre bastante agradable cuando no estaba azotando alumnos contra el suelo — Y no, yo no "robo" poderes — hizo comillas con una mano al decir "robar" — Puedo mimetizarlos... Copiarlos— respondió. — ¿Crees que también pueda imitar la cola?
Miró hacia ambos lados sospechosamente, con una sonrisa claramente maliciosa. Intentaría algo que no había intentando hasta ahora, principalmente porque siempre trataba de mantener un contacto nulo con las personas. Se detuvo súbitamente y tomó la mano de Kurt...
— 5... 4... 3... 2... 1... — Kurt podría sentir como una leve descarga recorría su mano. Ursa sintió que el poder había sido absorbido... Sería peligroso probarlo... pero acababa de aprender algo sobre el poder de Kurt. Pensó fuertemente en aparecer en la puerta de la mansión... ¿Así usaba su poder Kurt?
De pronto, Ursa sintió un cosquilleo, parpadeó y de pronto estaba en la puerta del lugar. Lo había conseguido, pero por un momento había sentido miedo al hacerlo. Adrenalina... le encantaba probar poderes nuevos, aunque usualmente no lo hacía. Levantó la cabeza y buscó a Kurt en el vestíbulo, dónde un momento antes ella había estado con él. Olió el característico aroma de la tele-transportación, y sonrió ampliamente.
— Supongo que la cola es algo únicamente tuyo, Kurt. Lo siento — le dijo. Su corazón latía con una frecuencia extrema, sentía que había corrido un maratón. Ese poder era demasiado para ella... la había cansado en extremo. Respiró hondamente — Sorprendente... Sorprendente... Pudo salir realmente mal — aunque su expresión no denotaba miedo, sino fascinación. Le había fascinado... podría entrar y salir de numerosas tiendas y robar lo que quisiera de esa manera... — Podría acostumbrarme... Aterrador
Re: Whose is that drink? [Ursa]
Sintió como un cosquilleo le recorría la mano y arrugó el ceño observando atentamente como la chica simplemente esperaba pacientemente. Kurt estuvo a punto de preguntar: “¿y… ahora qué?” Pero ella comenzó con la cuenta atrás. Cuando la terminó, desapareció de delante de él y apareció metros más allá, en la puerta de la Academia. Kurt tiró el zumo, ya vacío, en una papelera cercana, asestándola desde lejos y luego aplaudió con una amplia sonrisa en el rostro. A continuación acortó la distancia entre ambos, puesto que ella también se había puesto a caminar hacia él.
— ¡Qué mal hueles, tía! —se quejó divertido, como todos siempre hacían con él. Para una vez que podía, debía de aprovechar el momento, no todos los días ves a alguien con tu mismo poder—. Tiene copyright mi cola —se giró para mirársela y la cola se movió de un lado para otro. Volvió la vista hacia el frente—. Tu poder es realmente fascinante, puedes hacer de todo. Quédate dos meses al lado mío tocándome el brazo y podrás teletransportarte como yo. ¡Si casi lo haces mejor que yo! La primera vez que lo hice, creo que con once años… —se llevó el dedo índice al mentón, pensativo— Sí, con once años, me quedé tirado en el suelo del cansancio. O sea, me desaparecí y cuando aparecí metros más allá aparecí acostado, muriéndome. Hace poco que puedo hacerlo varías veces seguidas sin morirme. —le explicó con una sonrisa en el rostro, pues era evidente que estaba contentísimo de poder hablar de su poder con alguien que pudiera entender lo que se siente.
Las palabras de la chica fueron más que ciertas, por mucho que Kurt hablase de su poder tranquilamente, él tenía miedo del mismo. Lo respetaba muchísimo, de ahí que siempre tuviera sus propias reglas para no cagarla.
— Sí, podía haber salido muy mal. Pero tú eres una crack. —dijo empezando a caminar hacia el exterior de la Academia, pues se le había apetecido coger aire. La invitó a que le siguiera con un indeciso movimiento de cola—. Acostumbrarse es realmente fácil, sobre todo cuando eres capaz de hacerlo y seguir manteniendo la compostura.
Salieron por la puerta y Kurt saltó los peldaños de las rocosas escaleras de la entrada, que eran unos cinco, dando una voltereta en el aire antes de caer. Luego comenzó a caminar de espaldas para mirar a la mutante que le acompañaba. Sonrió.
— Cuéntame, cuéntame. ¿Qué más poderes has conseguido imitar? ¿Has usado más cómo has hecho con el mío? ¿Alguno muy poderoso? ¿Has conseguido controlar algún elemento? —preguntó fascinado, con las manos en los bolsillos, acortando las distancias para ponerse a su lado y caminar por los alrededores de la Academia—. Sé que soy un pesado, perdón. Pero es que me acaba de dejar boquiabierto.
Re: Whose is that drink? [Ursa]
— No lo vuelvo a hacer, Kurt — dijo, jadeante... — Al menos no hoy...— añadió intentando sonreír, pese al cansancio — Lo hice bien porque lo haces bien tu, o al menos es lo que cree mi madre— comentó Ursa.
Escuchó la breve historia de Kurt, y Ursa se preguntó como es que él había logrado cumplir los 11 años. A veces se preguntaba como lo había logrado ella misma, si su padre no la hubiera querido, su madre biológica quizá la hubiera lanzado a un basurero. Su apariencia no era normal, ni la de Kurt, sólo que Kurt tenía un extra: una cola. A ella le parecía muy mona, pero a los demás les parecía muy extraño.
— ¿Compostura? Seguro tu ya perdiste la cabeza — opinó, Ursa. Kurt le parecía un chico bastante peculiar, relajado y en extremo chiflado. Y lo confirmó su extraordinario salto, ya estaban fuera de la academia, el jardín era un lugar que a Ursa le gustaba mucho. La pelirroja le siguió el rollo, y saltó, para caer a su lado, aunque torpemente... casi se cae, y tuvo que mantener el equilibrio.
Kurt era una avalancha de preguntas, ella también quería saber todo sobre él...
— Sí, hoy en la mañana besé a mi novia — exclamó sonriente — Y me quedé con su telequinesis... — miró a Kurt con complicidad. La chica en cuestión no era su novia, pero a Ursa le gustaba demasiado. No era un secreto que a Ursa le iban las chicas, o al menos esa era la imagen que tenía frente a todos. Ursa no estaba segura, ni le importaba. Levantó una mano e intentó levantar una roca pequeña... pero esta solamente flotó unos centímetros y volvió a caer. Ursa gruñó un poco... — Me he agotado... — bromeó — Pero Ianthe controla el fuego, y me ha enseñado algunas cosas, sólo que... Me agoté por hoy— la profesora de Artes Marciales, una interesante mujer y la madre adoptiva de Ursa. Además de la razón por la que su madre biológica se había marchado definitivamente... y la causa de su enorme cicatriz en el brazo, aunque no se notara mucho con su piel azul.
Ursa se llevó la mano a la boca, y comenzó a morderlo, pensativa unos momentos. Acababa de ver un comercial en la televisión, sobre el día del presidente. Su madre y padre irían, y seguramente le pediría que ella también asistiera, pero le daba mucha flojera asistir, no le venían esos eventos.
— Oye, Kurt... ¿sabes sobre el día del presidente? — preguntó, mientras bajaba las manos. Que vergüenza, mordiéndose las uñas.
Re: Whose is that drink? [Ursa]
— Es raro, ¿no? ¿Y si tocas al profesor X podrás utilizar su increíble poder tan bien como él? —soltó la pregunta en plan ocasional, para que no pareciese de su marabunta de preguntas.
La chica se metió con la compostura del chico y éste la miró de reojo, dándole un pequeño golpe en la nariz como reprimenda por meterse con él. Le soltó del brazo y saltó las escaleras. Tenía una increíble flexibilidad y era un fantástico acróbata. Sus años en aquel circo le sirvieron para muchísimo; de hecho incluso fue el elemento estrella del circo en algunas ocasiones. El acróbata azul; todos creían que era pintado. El chico se quedó sorprendido cuando Ursa le confesó lo de la novia. ¡Algo había oído, pero él era tan ingenuo como siempre! Sonrió contento.
— ¡No lo sabía! —exclamó sorprendido aún con la sonrisa en el rostro—. ¿Quién es? —preguntó, viendo como intentaba mover algo con el poder que había cogido prestado de la chica. La azulina se cansó nuevamente y Kurt se acercó a ella—. Normal, usando los poderes que no sueles utilizar, te quedas exhausta. Usarás más energía de la que usas día al día. Y el mío hasta a mí me deja muertísimo —Nuevamente, la chica implantó otra duda en la cabeza de Kurt—. ¿Ianthe? Qué nombre más bonito, ¿quién es? —preguntó.
Caminaron juntos por el camino que delimitaba el jardín y la Academia. El paso de Kurt era grácil y divertido. Solía caminar con los pies estirados y un movimiento de lo más gracioso, siempre con las manos en los bolsillos o sujetas en la parte baja de la espalda. Tenía la manía de ocultarlas. No era muy estético para nadie ver tres dedos en vez de cinco monos y finitos deditos. La pregunta de Ursa le cogió desprevenido. Frunció el ceño y negó con la cabeza. ¿A qué venía esa pregunta tan extraña?
— Si creo que sí, ¿ese pelmazo de fiesta en conmemoración a los presidentes pasados? ¿O no? ¿O es el cumple del presidente actual? —intentó atinar, confundido—. La verdad es que no soy muy patriótico —sonrió—. ¿Por qué lo dices? ¿Es dentro de poco o algo? —intentó adivinar, pegándole por el camino una patada a una piedra.
Re: Whose is that drink? [Ursa]
Respiró profundamente, intentaba recuperarse del cansancio que le provocaba utilizar poderes tan distintos en un corto periodo de tiempo, si Kurt fuera un mutante con poderes psíquicos quizá no se habría cansado tanto. Se mordió el labio y le guiñó el ojo a Kurt cuando mencionó lo de su novia.
— Pronto será mía — le dijo — La telépata de piel blanca — dijo. Bueno, era una pista nada sólida, había muchas telépatas en la academia, así como chicas de piel blanca. Aunque decidió no dar más respecto al tema, y volver hacia el tema de los poderes.
Soltó una risa burlona cuando Kurt preguntó que si quién era Ianthe. Hizo una pose defensiva de artes marciales, exagerándola mucho para que no quedara duda. La verdad es que no culpaba a Kurt de no saber su nombre, nadie la llamaba Ianthe, para todos era Srta. Marduk.
— Srta. Marduk, la profesora de Artes Marciales — respondió con orgullo — Mi madre por si no lo sabías. Y estaba pensando que quizá podríamos ir y aprovechar nuestros poderes... Para... divertirnos— sugirió en un ronroneo.
Se detuvo para poner una carita de angelito, aunque Kurt fuera de color azul, sabía que podían hacer el intento de entrar furtivamente. Ursa quería ir a la cabeza de la estatua y ver todo desde ahí, y ese era un sueño que quería realizar.
Re: Whose is that drink? [Ursa]
El azulino no sabía la orientación de Ursa y es que era un hecho que el pobre Kurt no era alguien muy avispado para esas cosas. O se las dices claras, o no se entera. Además de que él directamente ignoraba los rumores o las cosas que se decían de boca en boca. Sonrió cuando dijo que era la “telépata de piel blanca” y era una manera de referirse a ella de lo más original y misteriosa. Kurt no quiso insistir, era su intimidad y al chico le daba vergüenza preguntar tales cosas.
— Pues ánimo, que la suerte es para los perdedores —le guiñó un ojo mientras caminaba a su lado.
Kurt se dio un golpecito en la frente con la palma de la mano cuando le dijo quién era Ianthe. Qué tonto, ¿cómo no lo iba a saber? Su rostro cambió radicalmente a uno de sorpresa cuando dijo que era su madre. ¡Y él sin enterarse de esas cosas! ¿Dónde se metía?
— ¿¡En serio!? ¡Qué guay! Esa mujer me cae de maravilla, no lo sabía —aclaró antes de nada. No solía ir mucho a clase de Artes Marciales, ya que Kurt vino de fábrica con unas dotes especiales para ellas— ¿Divertirnos? Será a plena luz del día, no podré ni caminar tranquilo por las calles. Tú sí, si tocas a alguien de un color humano —sonrió cabizbajo— Podría ir, pero me quedaría en los tejados de los sitios. A no ser que me pinte la mitad de la cara de rojo y blanco y en la parte azul me pinte unas estrellitas blanca. Pero creo que sería muy patriótico teniendo en cuenta que en realidad soy alemán —Y se notaba, puesto que aun poseía algo de acento, por lo que se trataba de una broma— Pero puedo raptarte si te veo y enseñarte las mejores vistas de Nueva York desde la coronilla de la estatua —se ofreció con una divertida sonrisa— Y podemos tirar desde allí globos de agua…—murmuró travieso.
Re: Whose is that drink? [Ursa]
— Mira, Kurt, no es mala idea pintarle la cara — respondió. La idea de Ursa no era quedarse precisamente a la vista del mundo, ella quería hacer uso de sus poderes para asustar y confundir por pura diversión.
Aún no quería decirle a Kurt que lo que quería era robar algunas cositas brillantes utilizando sus poderes, porque no sabía cómo lo tomaría su amigo. ¿Qué tal si no encontraba graciosa su cleptomanía? Ladeó la cabeza y sonrió.
— Me parece perfecto. Quiero ver todo desde la Corona de la Señora Libertad... — respondió. Le entusiasmaba el imaginarse la ciudad desde allá arriba, el viento, el olor del mar... cómo se verían las personas de pequeñas... desde ahí podría verlo todo... — ¿Es una cita, Kurt? — preguntó guiñándole el ojo. A Ursa le salía natural actuar de esa manera, no lo hacía a propósito, quizá lo hacía inconscientemente porque le parecía divertido. Sonrió con coquetería.
Re: Whose is that drink? [Ursa]
Cuando terminó, la chica dejó caer que si se trataba de una cita. Kurt se quedó morado, o sonrosado. La verdad es que no sabía de qué color se ponía cuando se ruborizaba. Sonrió y negó con la cabeza. Aunque en realidad… ¿qué había de malo tener una cita? Más allá de no querer nada, los amigos también pueden quedar. Quedada y cita eran sinónimas, al fin y al cabo.
— Bueno, ¿por qué no? No todos podrán llevarte allí arriba —esbozó una sonrisa— Deberías de estar orgullosa de tener a un amigo tan chachi que te pueda enseñar Nueva York desde ese sitio tan privilegiado… —alardeó, en broma, para no darle mucha importancia al hecho de ser una “cita”, Kurt no iba a citas nunca.
Re: Whose is that drink? [Ursa]
— Entonces te buscaré ese día — le dijo. Sería bueno ir con alguien agradable, podría verlo todo desde arriba, toda la ciudad y la pequeña isla entera, se iba a divertir... y no pasaría el día con su madre y padre, viendo recuerditos ridículos, y hablando de cosas de adultos...
Ya hacía mucho tiempo que se había olvidado del jugo. Quizá volviera a la cocina a robarse otro, y quizá descansar un poco. Usar el poder de Kurt había sido más cansado de lo que ella imaginaba.
— Nos vemos ese día, Kurt, ahora iré a rogarle al profesor de historia para que me pase — anunció casi con aire triunfal. Dio un paso al frente, y casi se cae... Respiró hondo y trató de equilibrarse — O a dormir, que ya me cansé, usar poderes tan distinto es demasiado...
Re: Whose is that drink? [Ursa]
Así mismo no tardó en sentirse más cansada de lo normal, algo sumamente lógico teniendo en cuenta de que el poder de Kurt le cansaba a hasta él. Se despidió de ella tranquilamente y Kurt se metió la mano en los bolsillos haciendo el amago de ayudarla cuando casi se cae, más si se hubiera caído él ni hubiera llegado, por lo que agradeció a sus reflejos que le mantuvieran en pie.
— Casi mejor que te acompaño, ¿vale? Yo me iré a duchar. No vaya a ser que te caigas por el camino. —bromeó, poniéndose a su lado para emprender el camino al interior junto a la chica— Y creo que mejor rogarle mañana, cuando puedas perdurar en súplicas delante de él —añadió con una cándida sonrisa.
Se metieron en el interior de la escuela y llegado el momento, Ursa se fue por un camino y Kurt por el otro, de camino a su habitación para luego ir a ducharse.
Re: Whose is that drink? [Ursa]
— Pero si me desmayo, me veré aún más dramática y desprotegida... — replicó. Luego cambió la cara, y sonrió. Sería mejor que se fuera a dormir de una vez, aunque era bastante temprano, una siesta no le caería mal — Nos vemos, Kurt. Queda limpio hasta las orejas — exclamó.
Cada quien partió por su lado. Ursa, feliz, porque quería ir acompañada de alguien a quien ya conocía, así podría separarse de sus padres y dejarlos hablar de sus cosas aburridas. No sabía que no sería una tarde aburrida, sería todo menos eso.
Un placer, Kurt <3
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