por Luke Gallagher Mar Ago 25, 2015 9:40 pm
» The Soom Council ★ Cambio de Botón (Normal)
por Invitado Vie Nov 07, 2014 8:45 am
» Confieso que...
por Catherine Calderwood Vie Oct 17, 2014 8:24 am
» Roaring Twenties - Cambio de botón/Élite
por Invitado Lun Oct 06, 2014 10:41 am
» Nightwish Time [Afiliación Élite]
por Invitado Jue Oct 02, 2014 5:53 am
» Avada Kedavra -Foro nuevo- (Afiliación Élite)
por Invitado Dom Sep 28, 2014 4:04 pm
» Pensamientos de un nuevo mundo - Charles Xavier
por Charles Xavier Mar Sep 23, 2014 5:20 am
» Búsqueda de Rol
por Reza Parsi Lun Sep 22, 2014 6:34 am
» Ever After Kingdom - Foro Disney (Afiliación Elite) (Cambio de botón)
por Invitado Sáb Sep 13, 2014 1:12 pm
» {Leonard Wells}
por Ursa Langle Vie Sep 12, 2014 10:05 am
» Registro de Habitación del Instituto
por Hope Summers Vie Sep 12, 2014 10:01 am
» Wanda Maximoff || ID
por Ursa Langle Vie Sep 12, 2014 9:56 am
» Registro de Poder
por Hope Summers Vie Sep 12, 2014 9:55 am
» Registro de Ocupación
por Hope Summers Vie Sep 12, 2014 9:42 am
Dog days are over — Ursa
Dog days are over — Ursa
Tenía el pelo algo mojado todavía cuando bajó las escaleras del edificio en el que se alojaban dirección a la tienda más cercana. Metió las manos en los bolsillos de su chaqueta de cuero marrón y caminó a pasos cortos hasta que llegó a su destino — Hola — Saludó a la dependienta sentada tras el mostrador, quien parecía más interesada en limarse las uñas que en la clienta potencial que acababa de entrar. Buscó la sección de droguería y se paró frente a las cajas de tinte. Lorna tragó saliva: No estaba la marca que ella utilizaba. Observó con atención cada uno de los envases, fijándose en los números que marcaban, pero el número de tinte que ella utilizaba no se correspondía al mismo que las marcas que vendían allí. "Habría sido más fácil si hubiera venido mi madre", pensó frustrada. Tras varios minutos analizando cada uno de los colores y las posibilidades que tenían de quedar tal cual tenía ella el pelo, los candidatos se redujeron a dos. ¿Cuál debería llevarse?
Re: Dog days are over — Ursa
Ursa era feliz, y aunque fuera un poco rebelde a veces, no era una mala chica. Ianthe era una mujer fuerte, pero también era mujer muy amorosa. Ursa y ella se encargarían de las compras para la cena familiar. Así que se despidieron de Erik y sonrientes salieron tomadas de la mano, en parte por amor y en parte para que Ursa absorbiera su color de piel, a nadie le gustaba verla azul, excepto a la familia y a Kurt. Ursa sintió el cambio en la piel, y también un leve calor que se extendía por toda su piel.
— Ya es más fácil, ¿no?— preguntó su madre. Ianthe se preocupaba demasiado, en especial desde que Ursa se había quemado con su poder.
— Siempre ha sido fácil, mamá — respondió Ursa sonriente.
Llegaron a la tienda, y Ursa se separó de su madre en busca de algunos productos para la piel, en especial aquellos que curaran cicatrices. Aquellas cicatrices por quemadura eran las únicas que Ursa no había podido curar. Dándose cuenta así de que sus poderes tenían un límite y podían dañarla realmente. Se preocupaba mínimamente por ello, no pensaba en eso muy seguido.
Observó a una chica que estaba viendo tintes de cabello, y se acercó porque le pareció similar. Podía ser la chica con la que hablaba de pequeña, cuando a penas había comenzado a controlar su poder y dejaba de ser azul. Sonrió, y seleccionó el tinte de la derecha.
— Creo que va más con tu tono de piel— dijo sonriente. Se quedó observando a la chica en busca de su respuesta, para ella era como si no hubiera pasado ningún día. La reconoció por sus ojos.
Re: Dog days are over — Ursa
Levantó el rostro y, avergonzada, vio que no se trataba de la dependienta y que ni si quiera la chica que tenía enfrente debía trabajar en la tienda, pues su ropa de calle, informal, la delataba. — Gracias por tu ayuda, pero en realidad no es para mí — Mintió, había dicho la metira más grande del mundo, pero tampoco creía que la chica fuera a dudar de su palabra y más sin conocerla. ¿Qué clase de chica de 15 años se teñiría de castaño el pelo? Había conocido a chicas en el instituto que solían ponérselo rubio, cosa que molestaba a Lorna. No sabían nada, no sabían lo que era teñirse por necesidad, no por diversión.
Se captó de que los ojos de la chica seguían clavados en ella y, si no hubiera sido porque su aspecto le resultaba extrañamente familiar, se habría sentido incómoda — ¿Nos conocemos de algo? — Preguntó con curiosidad. Apenas había terminado de pronunciar sus palabras cuando una serie de imágenes vinieron a su memoria. Recordaba subirse encima de una de las bancas de madera que tenían en el pequeño jardín de la parte trasera de su casa en San Francisco, desde allí, Lorna observaba a sus vecinos y así fue como conoció a... ¡Ursa! ¡Eso era! Sonrió de medio lado, orgullosa por su buena memoria y al recordar todas esas horas que habían pasado las niñas, hablándose a través de la verja y recreando historias fantasiosas. Las dos niñas se lo pasaban bien, especialmente por el hecho de haberse convertido en amigas, pero al cabo de los años Lorna se había dado cuenta que aquella situación no había gustado a sus padres. — ¡Oh Dios mío! Vivíais en la casa de al lado, a las afueras de San Francisco. Ursa, ¿verdad? ¡Soy Lorna! — Dijo emocionada ante la idea de ver una cara conocida — Hacía años que no te veía... Así que os mudasteis a Nueva York, ¿eh? — Preguntó con curiosidad.
Re: Dog days are over — Ursa
— Claro que eres Lorna — exclamó Ursa. — Y claro que soy Ursa — confirmó. A veces se preguntaba porqué habrían elegido ese nombre, es decir, si era por una estrella, bien podrían haberle puesto Stelle, que sonaba mucho más lindo — Y sí, recientemente me he mudado aquí. A mi me madre le han dado un trabajo y hemos andado de lugar en lugar— y si supieras que realmente estoy en la Academia Xavier. Pensó, pero no podía decírselo, Lorna era una chica normal, quizá con unos ojos preciosos y peculiares, pero normal a fin de cuentas.
Ursa aspiró el aire, y olió el tinte. Olía a tinte bastante fresco. Una vez había intentado teñirse el cabello, porque su naranja zanahoria no era normal, sin embargo, el olor tan horrible de los peróxidos le había parecido insoportable... así que podía distinguirlo. Acarició un mechón de cabello de Lorna, brevemente.
— Mentirosa... — le dijo, aunque no acusadoramente — La primera vez que me teñí el cabello tenía 14 años. Intenté teñirme las cejas también — relató. Quizá así se sentiría más cómoda de hablar de ella. Ursa sólo recordaba que un día, no habían hablado más. Quizá era porque se había mudado, pero aún así veía a sus padres. Ursa había temido que sus padres hubieran visto su color natural por alguna ventana, y le hubieran dicho a su hija que no se acercara al adefesio azul, aunque Ursa adoraba ese color.
Llevó las manos hacia un tinte de color naranja, aunque más natural, no como el de ella que era muy llamativo, y llevaba recogido en una trenza larga.
— Fue éste... — recordó, mientras sonreía — Pero, ¿qué ha sido de ti? ¿Has conseguido entrar a alguna escuela aquí, en Nueva York? ¿Estás de vacaciones? — se moría de ganas de saber qué había pasado con ella.
Re: Dog days are over — Ursa
Sus manos comenzaban a sudar. ¿Cómo demonios podría estar Ursa tan convencida de que era ella la que utilizaba el tinte? No estaba acostumbrada a una situación como aquella, la gente no solía ni notarla, ya que siempre se apresuraban a repasar el tinte cuando parecía que algo de pelo verde podía comenzar a asomar. ¿Debía seguir insistiendo en que no era suyo? Resultaba absurdo incluso preguntarse aquello, así que decidió ignorar el comentario — ¿Teñirte para qué? Tienes un color de pelo muy original — El cabello de Ursa era de un color naranja intenso, poco común, y eso era lo que agradaba a Lorna — A mí me gusta — Al menos ella podía mostrarse tal y como era. Había gente que podía tener un color de pelo parecido al de Ursa, pero nunca se había descubierto a nadie con el pelo verde, no al menos que ella supiera.
Se encogió de hombros ante las preguntas de Ursa. No había tantas novedades en su vida como le hubiera gustado contar — Es temporal. Mi padre tiene que arreglar unos papeles para el trabajo, pero en un par de meses volveremos a San Francisco. Estamos viviendo en un piso diminuto unas calles más atrás — Comparado con su casa en San Francisco, sí, el piso era diminuto, aunque su hogar tampoco le resultaba del todo acogedor — Como son solo dos meses no estoy en ninguna escuela, aunque ya me ocupo yo de hacer algunos ejercicios para no perder demasiado en cuanto a estudios, aunque eso resulta imposible — Suspiró. Lorna siempre se había tomado muy en serio sus estudios, así que se frustraba al pensar que al regresar a casa debería ponerse al día con sus materias — ¿Y tú? ¿En qué colegio estás? — En realidad Lorna desconocía todos los centros de estudio de Nueva York, pero hacía tiempo que no mantenía una conversación con alguien conocido que no fueran sus padres.
Re: Dog days are over — Ursa
— Por curiosidad — respondió ante la pregunta del tinte. Entrar e detalles sería hablar demasiado sobre su mutación, que era la razón de su color de cabello peculiar, anaranjado brillante. Ursa se revolvió el flequillo, y sonrió ampliamente cuando Lorna le preguntó por su colegio...
¿Cómo decirle que estaba en el Instituto Xavier? ¿Cómo no decirle? Lorna había sido su amiguita de la infancia, era una chica a la cual adoraba y en su momento, le había confiado muchas cosas, cosas que las niñas se confiesas entre ellas.
"Eres mi mejor amiga, Lorna"
— En un colegio para gente especial — dijo con una sonrisa amplia, mientras ponía su mano en la mano de Lorna, estaba confesándole un gran secreto, aunque ella no lo supiera... pero entonces lo sintió... una breve descarga eléctrica entre sus dedos... Y no tenía nada que ver con el "amor", era algo que ya conocía. La última vez que había pasado eso, Ursa había tenido graves problemas... y ahora Lorna...
La miró sorprendida, estaba convencida de que Lorna lo había notado... Ursa soltó su mano rápidamente, y bajó la mirada con vergüenza, bueno... faltaba más... Entonces Ursa no era la única que le había guardado un secreto a su amiga de la infancia... Había que desviar el tema... ponerse calmada... Había mimetizado el poder, podía sentirlo...
— Es... la primera vez que... te toco — comentó, podía sentirlo... ondas nuevamente... y eso sólo lo sentía con personas especiales, personas como ella...
"Lorna es mutante."
Re: Dog days are over — Ursa
Fue durante aquel momento en el que Ursa extendió su mano hacia ella. Apenas la yema de los dedos de su amiga, rozó la suave y blanquecina piel de Lorna, ésta sintió una especie de cosquilleo. Ursa parecía inquieta al principio, como si haberla tocado por primera vez hubiera sido algo que no debería haber hecho — No te preocupes — Le quitó importancia — La primera vez que nos tocamos y nos llevamos un calambre de regalo — Soltó una pequeña carcajada. Lorna no le daba tanta importancia como Ursa, había sido algo normal. Seguramente una de las dos almacenaba más electricidad estática y se había producido una reacción ante el contacto.
Lorna observó cuidadosamente a Ursa, más distante de ella. — ¿Te encuentras bien? — Preguntó. Estaba preocupada por su amiga, así que extendió su brazo derecho para reconfortarla, pues no parecía tener buena cara. Lorna recortó la escasa distancia que las separaba y la rodeó con el brazo, a la espera de una respuesta por parte de Ursa.
Re: Dog days are over — Ursa
— Sí, disculpa — respondió y sonrió — Superdotados es una palabra que suena demasiado... atrevida, ¿no lo crees? Prefiero personas talentosas.— sonrió aún nerviosa. Sintió una onda... dos... y un pequeño temblor.
¿El estante detrás de Lorna se había movido? Acababa de temblar, estaba segura... ¿Telekinesis? Ursa se mordió el labio, y aunque no quería parecer muy grosera con su amiga, no quería que la volviera a tocar, porque sólo provocaría la mimetización más rápida, y el poder se saldría de control como la vez anterior... y no quería eso...
Se hizo a un lado, fingiendo que había sentido la descarga nuevamente, lo cual no fue del todo mentira. Electricidad estática... estática... Le sonrió nerviosa a Lorna.
— Estoy bien... Hum... Lorna... si tuvieras un poder... un súper poder, ¿cuál sería? — preguntó intentando sonar casual. Miró hacia abajo y miró los dedos de su mano derecha, comenzaron a ponerse a azules... metió la mano rápidamente el el bolsillo... Esperaba que Lorna no la hubiera visto.
Re: Dog days are over — Ursa
Y entonces... ¿Qué clase de pregunta era esa? Las palabras de Ursa que habían seguido al silencio que se había formado entre las dos chicas había congelado el ambiente o, al menos, así lo sentía Lorna — ¿Qué? — Preguntó aguantando la risa nerviosa a pesar de que había entendido perfectamente. Lorna se colocó tras la oreja derecha un mechón de pelo rebelde, aún algo húmedo tras haberse aplicado el tinte antes de bajar a la tienda a por más. Debía contestar si no quería crear una situación más incómoda todavía, si cabía. — Diría que telepatía. Siempre he querido saber qué piensan los demás, pero a la vez me aterran las cosas que podría saber... Y más o menos sucede lo mismo con la invisibilidad — Valoró en voz alta — Supongo que volar sería más correcto, así que me decanto por ello — Era como si Ursa supiera que Lorna no era una chica de 15 años normal, que escondía un poderoso secreto del calibre del poder que albergaba y que aún no sabía que tenía. Hasta ese momento Lorna había descubierto que podía mover y manipular objetos metálicos, pero no de gran tamaño. Desconocía que, con práctica y un buen entrenamiento, podrían desarrollarse y surgir nuevas habilidades — ¿Y tú? — Ahora era el turno de que su amiga contestara.
Re: Dog days are over — Ursa
— 130 — respondió, aunque en tono de burla. Si Lorna supiera que realmente era de las peores en la escuela, y que había reprobado la materia de historia, seguro se burlaría de ella... y la verdad es que tenía muchas ganas de ser sincera con ella, extrañaba tener una amiga normal, con la que pudiera hablar de cosas normales.
Miró hacia ambos lados, pero todo estaba lleno de estantes, ningún lugar dónde pudiera recargarse... así que hizo lo mejor que se le ocurrió: se sentó en el suelo, sonrió, aunque en su rostro podía percibirse que algo estaba mal.
— ¿Qué poder es capaz de hacer que los estantes se sacudan? — justamente los estantes de esa tienda eran de metal, así que Ursa tenía dos opciones... Telekinesis o magnetokinesis... El estante se volvió a sacudir...y así lo hicieron todos los demás en onda expansiva... Un terremoto quizá, podrían decir los que estaban en la tienda...
¡Maldita sea! La cabeza morena de la madre de Ursa se atizbó por un pasillo. Miraba a su hija con una expresión entre molesta y sorprendida...
Re: Dog days are over — Ursa
Enarcó una ceja al ver a Ursa sentarse en el suelo. El único contacto que Lorna había tenido con Ursa había sido a través de una valla cuando eran pequeñas y, ahora que por fin, años después, las dos podían hablarse sin ningún obstáculo entre ellas, de forma más directa con ella, le parecía una chica de lo más extraña. No cabía en la mente cuadriculada de Lorna que alguien pudiera sentarse con tanta naturalidad en el suelo de un pequeño supermercado de barrio, no lo entendía, así que la miró con ojos muy abiertos, como si por ello fuera a levantarse antes.
De repente, los estantes cercanos a ells se movieron. Lorna giró la cabeza para cercionarse de si había sido la única en percibir aquello — ¿Has sentido eso? — Preguntó preocupada. Lo primero que le vino a la mente fue un terremoto, pero tenía sus dudas, especialmente porque no había sentido que temblara el suelo, solo las estanterías de alrededor — No sabía que en la ciudad de Nueva York pudiera haber temblores —En realidad, Lorna sabía que podían ser posibles, pero no eran frecuentes en aquella zona. En caso de que se produjera un movimiento de tierra no sería tan fuerte como para sacudir aquellos estantes o, al menos, eso creía haber leido en su libro de geografía del instituto — En fin... — Dijo recomponiéndose, atusándose el pelo como señal de que le quitaba importancia a lo que acababa de suceder. — Creo que te refieres a la telequinesis — Respondió finalmente a la pregunta que le había formulado Ursa — Es un poder un poco de vagos, ¿no crees? — Sonrió — Mover objetos con la mente... La excusa perfecta para no tener que levantarse de la cama — Bromeó.
Re: Dog days are over — Ursa
— Hu... — Ursa ignoró todo lo que Lorna le había dicho, aunque no le pasó desapercibida la palabra telequinesis... ¿ese era su poder? Sería mejor que así fuera... Ursa buscó entre sus bolsillos y encontró una tarjeta vieja del Institutito, descolorida. Del otro bolsillo sacó una pluma que casi siempre traía consigo, estaba casi vacía y mordida. Lorna pensaría cosas muy raras de ella... mira que descuidada.
Garabateó la dirección de su padre en ella, así podría escribirle. Si Lorna se quedaría poco en esa ciudad, seguramente no podría localizarla siempre, por eso era mejor que Ursa le diera su dirección, sus padres no se moverían de lugar. Además, también escribió una pequeña nota: "Veámonos pronto". Se la dio a Lorna, poniéndose de pie rápidamente.
— Lo siento, te lo explicaré luego — se disculpó, sonriendo con nerviosismo. Volteó a mirar a su madre, con cara culpable. Ursa no podía controlar los poderes que no conocía, por eso siempre preguntaba antes de mimetizar un poder. Preguntaba qué lo detonaba, qué emociones lo controlaban, si tenía alguna limitación, así le era mucho más fácil. — Lo siento, madre — le dijo a Ianthe en cuando se hubo acercado lo suficiente.
— Ursa...
— Ella es Lorna, mamaá, vivía detrás de nuestra casa en San Francisco — interrumpió. No quería que su madre dijera nada frente a ella, Lorna no sabía nada de la mutación de Ursa, ni Ursa de la suya, no querían ponerse en una situación incómoda. Mejor esperaría que Lorna aceptara su invitación, aunque garabateada rápidamente, a verse después. Así podría explicárselo, lejos de todos, y podría hablar con total sinceridad.
Ianthe pareció entenderlo. Miró a Lorna, y le sonrió con ternura. Luego miró a Ursa.
— Ya veo. Ha pasado mucho tiempo, ¿no? — preguntó Ianthe. Ianthe no recordaba a ninguna chica, ya que ella había llegado tarde a la vida de Ursa — Pero tenemos que irnos, Ursa... he conseguido todo lo que necesitamos.— la mujer sonrió a Lorna, y se despidió con un ademán de ella. Ursa hizo lo propio, poniendo cara de culpa y tristeza. Quería contárselo todo, pero no en una tienda repleta de gente.
Ursa tomó la mano de Ianthe, para tranquilizarse y además, mimetizar el poder de su madre, para eliminar los residuos del otro.
» Ursa Langle
» Whose is that drink? [Ursa]
» Ladies night - Ursa-
» Ursa Langle | The American Witch