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Solo negocios [Gambit]
Solo negocios [Gambit]
Re: Solo negocios [Gambit]
Estaba al lado de Logan. El tipo era reacio, cabrón como él solo, tenía un carácter podrido y si alguna vez había tenido carisma, Remy jamás se lo acabaría de creer. Sin embargo era su... ¿socio? No exactamente, pero era lo que más se le acercaba. Aquella noche tenían trabajo y probablemente sería sucio, porque más que un hombre aquel era una bestia. Y ojo, no es que Etienne no apreciara las ventajas de aquello, pero por experiencia propia sabía que Logan y su temperamento, enfadados eran básicamente sinónimo de destrucción y caos. Pero aquello era distinto, eran simplemente... negocios. Y no precisamente sucios, los que se iban a ensuciar eran ellos que era distinto. Le gustaba pensar en sí mismo ahora como un Robin Hood del siglo XX. Aunque no era idiota y no se engañaba a sí mismo, no pensaba repartir y regalar un puto dolar que obtuviera. Sobre todo por lo que le había costado dar con la data de aquel botín y por lo que le costaría obtenerlo.
En resumidas cuentas: una caja fuerte, mucha pasta, más de doscientos guardias y la mismísima mafia norteamericana filial Nueva York. Y entonces, mientras caminaba por la húmeda acerca junto al mutante, este rompió el silencio, exponiendo su rudimentario plan. —Sabes mon ami, a veces pienso que eres tonto. Pero luego recuerdo que tienes un esqueleto del cual sacas garras retráctiles y me doy cuenta que en realidad sabes demasiado...— vociferó con una voz divertida y burlesca que reflejaba un pensamiento honesto y acertado que sin embargo ambos entenderían de modos distintos. Esperó a que Logan terminara de exponer su plan para críos de doce años jugando a los forajidos y bostezó mientras sonreía y se estiraba un poco. —No es que no aprecie que tu hagas todo el trabajo pesado, en serio. Pero sigo creyendo que el de colarnos desde el techo y salir sin que nadie lo note, es mejor idea...— insistió una vez más con el plan que "su líder" había rechazado anteriormente. Y al verlo de reojo y notar que permanecía inexpresivo, sopesando las maneras de rehusarse a seguir el plan del originario de New Orleans, Etienne suspiró resignado y aflojó la postura. —Como sea, pasar de ser Le diable blanc a Gambit, es todo un gran paso para darme cuenta que en algo fallé... Pero de cualquier manera, no todo los días se le roba a la mafia y en su puta cara...— comentó en un tono sumamente alegre como si acabara de expresar lo bien que se lo pasó en Navidad y aceleró la marcha, calle arriba.
Re: Solo negocios [Gambit]
Empezó a caminar a la entrada de la mansión y de forma simple neutralizo a los dos guardias con una rapidez impresionante: golpeó al primero, cuando se dio cuenta el segundo le apunto para dispararle pero el agarró la mano y la rompió, antes de que pudiera dar un grito alterante golpeó su cabeza con fuerza dejándole inconsciente, ahora tenía dos guardias tirados, pero apenas había empezado su robo. Miró a Gambit y le dio una señal para que encontrara el salón de guardias para poder entrar a la bóveda monetaria más fácilmente sin derramar sangre –al menos no tanta- Esperó un poco de tiempo y después entro, no sabía si Remy había apagado el sistema de seguridad pero el entró a la primera planta escondido en las lúgubres paredes. No hacía ruido, caminaba de forma tan apacible que era difícil reconocer su respiración o cualquier otro movimiento. Vio a lo lejos dos agentes y se acercó, sacó sus garras y con dos golpes certeros los asesinó en sangre fría, ellos no eran inocentes, habían matado a más gente y merecían morir de la forma que lo hicieron. Siguió caminando esperando que Remy apagase los controles y así caminar mas libremente.
Re: Solo negocios [Gambit]
Sabía que en realidad, la cosa no era tan grave como él la había pintado. Podía tranquilamente hacer saltar la casa con su bo, o lanzar un naipe cargado de energía cinética a cada guardia que se cruzara, antes de que este siquiera pudiera desenfundar o apuntar su arma. Pero sin embargo, no le apetecía quedar marcado y reconocido para la mafia. Después de todo, en más de una ocasión sabía que acabaría haciendo negocios con ella. —No es que no quiera reconocer el gran esfuerzo mental que has hecho para pensar en otro plan, mucho mejor y en un increíble tiempo récord ¿O es que ya te lo venías barajando como otra opción desde hace días y no lo comentaste?— comentó el muchacho mortal, con un tono que tendía a afirmar seriedad a sus palabras, pero que en realidad reafirmaban que se estaba mofando del mutante, pese a que por su carácter vacilante, generaba más de una duda. Y era más que probable que Wolverine lo ignorara o siquiera entendiera a que se refería.
El olor del tabaco llegó hasta el sentido olfativo del ladrón de Nueva Orleans y este arrugó la nariz. El tabaco no le gustaba en nada, le resultaba desagradable y pese a que entendía el motivo por el que un fumador lo consumía, sin dejarlo. No entendía por qué alguien lo probaría y acabaría en el vicio. Él por su parte probaría la siempre mal juzgada marihuana. Nada como un porro luego de una buena revolcada.
Antes de que se pudiera dar cuenta, ya estaban a veinte metros de la entrada a la rica mansión. Y cuando parpadeó, Logan ya había dejado inconscientes a los dos guardias que vigilaban la entrada. Pero se había olvidado del de la caseta de entrada y desplegando rápidamente un naipe de la baraja en su bolsillo. Lo cargó de energía cinética con rapidez, ya que no necesitaba cargarlo del todo, no quería volar la caseta y llamar la atención de todos, pero si una ligera detonación.
Y antes de que nada pasara, el naipe había salido disparado, girando sobre sí mismo cual shuriken, hasta colarse por la ventana y dar en el pecho de dicho guardia haciendo que al impactar la detonación le hiciera salir expulsado y golpearse contra la pared trasera de la estructura, dejándole inconsciente en el acto al golpear su cabeza fuerte y repentinamente contra el duro material. —De nada, ese es el que tenía el teléfono interno para alertar a la casa...— comentó cantarín el castaño, mientras reía socarrón, devolviéndole las gracias que Logan no le había dado y no le daría.
Cuando, riendo de un modo aun petulante y socarrón, volteo buscando a su "amigo", no lo encontró. Dirigió su vista al frente con rapidez para apenas visualizar la sombra de su silueta terminar de colarse en la casa. Perfecto, tenía que desactivar la seguridad, para facilitarle el trabajo pesado y no le esperaba. —Idiota...— se quejó para sí mismo, susurrando, mientras una brisa cálida soplaba en aquellos jardines. Sin tiempo que perder, se apresuró hasta la caseta de la entrada a la mansión. Se recargó sobre el hueco de la ventana que servía para comunicarse con los posibles llegados y tomó la credencial del guardia que yacía inconsciente en su silla: "Robert Carter". —Bien Bobby, al final vas a servir para algo, viejo panzón bueno para nada...— masculló burlesco el ladrón mientras tomaba el teléfono interno de la casa y marcaba en automático el intercomunicador que rezaba "Base principal". "¿Hola? ¿Robert? ¿Eres tu?" preguntó una voz al otro lado del teléfono, mientras que Etienne se esforzaba por mantener lo que a su criterio era la voz más probable que podía tener un gordo jefe de seguridad. —Ehh... si, escucha, creo que la cena me ha caído mal y era alérgico al tomate de esa hamburguesa... ¿Dónde quedaba el baño de la casa? ¿En el ala este del piso primero?— masculló con la voz forzada mientras se oían las maldiciones por la supuesta inutilidad de Robert. "Serás idiota, ¿cómo no te vas a acordar si hace diez minutos fuiste a él? Ahí no, ahí esta el cuarto de seguridad pedazo de bueno para nada. El baño para empleados es en la planta baja" le contestó imperiosa e irritada la voz al otro lado del teléfono. "Bingo" pensó Remy, agradeciendo que su comentario al azar haya acertado a donde se encontraba su destino. Aunque de fallar tenía pensado preguntar por él específicamente, argumentando que había olvidado las llaves de su casa allí. —Que pedazo de zopenco eres, a ti será al primero que golpee por tratar mal a mi amigo Bobby...— contestó al tubo del teléfono Remy, hablándole al tono ya que hacía rato el encargado había cortado la comunicación, colgando.
Sin tiempo que perder, echó a correr a toda velocidad, aprovechando su gran estado físico, entrenado por los ladrones. En menos de lo que se puede parpadear, Etienne ya estaba frente a la casa. Sin embargo, en lugar de entrar por la puerta principal, fue hasta un lado y a toda velocidad saltó sobre la pared. Como si se tratara de un gato, comenzó a trepar por la misma, ágil como un mono. Agarrándose de salientes y recovecos. Finalmente llegó a la altura de la ventana sobre la primera planta.
Trató de empujarla y hacerla ceder, rogando que la hubieran olvidado abierta pero arrimada. Pero no, el cristal no cedió. No podía hacer ruido abriéndola por métodos drásticos y no tenía tiempo para métodos más elaborados. Tampoco iba a aguantar mucho tiempo más colgado de la pared, por lo que estiró un pie sobre el alfeizar de la ventana cerrada y con el otro pateó la pared contigua para saltar y afirmarse, con ambas piernas, sobre el mismo alfeizar. Por otra parte, sus manos se aferraron al marco que dejaba el hueco que había para la ventana. Y su mirada observó al interior del pasillo: a su izquierda las cortinas de la ventana continua se agitaban y mecían ligeramente. Cosa que solo significaba que las ventanas de allí estaban abiertas, probablemente para ventilar. Sin quedarse a tentar su buena suerte, se balanceó y saltó con seguridad, hasta el alfeizar de la ventana continua, por el cual pudo colarse ya que en efecto, esta estaba abierta de par en par. Suspiró victorioso cortando el sepulcral silencio de aquel pasillo. —Ala este, del piso primero...— siseó para si mismo, regocijándose con su éxito parcial apenas. Una alfombra de color bordó, recubría todo el pasillo y amortiguaba sus pisadas que ágiles y sutiles, no despertaban ruido ni eco alguno. Caminó lentamente hasta las puertas de madera que se encontraban a medio pasillo, las únicas que daban a otra habitación, según Etienne.
Antes de abrirlas, apoyó una mano sobre la perilla de la misma y de perfil acercó su oído a la madera, intentando escuchar sonidos dentro de la misma. Inmediatamente reconoció la voz con la que había dialogado por el intercomunicador charlando sobre los resultados del Super Tazón del año pasado y especulando para los de este año. Sin dudarlo giró el picaporte de la puerta y empujó hacia adentro mientras que enfundaba su otra mano en el bolsillo de su gabardina y tomaba dos naipes, los cuales comenzaba a cargar de energía cinética. —Buenos días caballeros, Bobby os envía saludos...— comentó con una voz cínica y alegre le Diable Blanc. Mientras sacaba las dos cartas sin cargar del todo y de un movimiento seco de su muñeco las lanzaba a la vez con destinos diferentes. Los pobres guardias no tuvieron tiempo a nada y cuando quisieron reaccionar los naipes ya estaban explotando y generando las mismas consecuencias que la carta que dio en el de la caseta. Se acercó al de la izquierda, desde dónde había creído que provenía la voz que se comunicó con él y le propinó un zurdazo en la mandíbula, rompiéndosela. —Eso por tratarme mal por teléfono creyendo que era mi amigo Robert, idiota— susurró LeBeau, mientras se apuraba en acercarse a los controles de seguridad. Buscó a Logan en los monitores de las cámaras de seguridad, mientras lo encontraba recién en la primera antecámara de la mansión asesinando sin piedad y a sangre fría a dos guardias con sus garras. Vaya, realmente puedes justificarte cuando quieres Logan, esos tipos eran empleados no precisamente asesinos mercenarios... pero tampoco es que me vaya a molestar en discutirlo contigo... razonó el proveniente del estado de Luisiana mientras retomaba su tarea en el ordenador principal y se encargaba de apagar las alarmas, programando el control automático al revés, es decir como si fuera de día. Ya que estaban programadas para desactivarse en el día y activarse en la noche, para la libre circulación de la familia mafiosa y la del dueño de casa. Que a hechos prácticos vendría a ser casi lo mismo. No era un hacker, pero podía hacer eso y era más fácil. Además desconectó las cámaras de seguridad, como un plus y cargó un naipe explosivo de excesiva energía cinética, acomodándolo entre los procesadores y los gabinetes de los ordenadores de seguridad. En unos diez segundos, "la sobrecarga" haría que el naipe explotase cual granada sin necesidad de ser arrojado, despedazando los archivos, registros y capacidad de seguridad. Sin embargo, la explosión sería lo suficiente sutil para que las puertas cerradas de la recámara amortiguaran el sonido.
Pese a todo, no tenía pensado quedarse a comprobarlo y se apuró en escurrirse de aquel cuarto. Justo cuando daba dos pasos alejándose de la puerta cerrada, recién atravesada, oyó el "bum" de su naipe explotar, friendo los circuitos de todo allí dentro. Esperaba que Logan estuviera haciendo su trabajo...
Re: Solo negocios [Gambit]
No se podía quejar de ese estilo de vida, se la pasaba borracho todos los días y lo mejor era que al día siguiente no tenía resaca, esos dolores de cabeza que a todo mundo le dan por la intoxicación, el simplemente los ignoraba y seguía tomando; deseaba matar monstruos que se encontraban dentro de él, y si no podía, al menos olvidarlos por un periodo de tiempo indefinido. Siguió su marcha por la planta baja buscando las escaleras ascendientes, podía percibir el olor de unos cuatro guardias, se encontraban doblando la esquina del pasillo adyacente al que se encontraba. Siguió su marcha en total sigilo. Con una camisa blanca y chaqueta de cuero tenía suficiente libertad para completar la estafa, no era un hombre que conociera mucho de moda, pero con su prominente musculatura era lo único que le sentaba bien y con lo único que podía hacer sus acciones de forma libre y sin restricciones. Corrió sin hacer mucho ruido y en unos cuantos segundos los guardias estaban tirados en el suelo, unos cuantos golpes certeros bastaron; cuando neutralizo a uno de los guardias los otros dos se le dejaron ir encima, pero pudo vencerles antes de que con su radio pudieran llamar a otros guardias, o alertarlos de que había intrusos en la zona baja, tal vez era mejor así. Su bestial ser tenía ganas de un poco de pelea. Subió por las escaleras de forma rápida sin inmutarse y miró a unos cuantos guardias y escucho otros. No entendía la conversación pero se trataba de una película que vio con su familia el fin de semana, el ser la narraba con sonidos y con acciones que hacían reír a los demás.
“Que maldita incompetencia” se dijo mientras se acercaba a ellos. Uno lo vio y sacó un arma apuntándole directamente en la cabeza, lo miró y sonrió levantando las manos, no quería lastimar a otra persona pero tal vez era necesario. –Yo que tu no lo hacía nene, en lo que tú me das el disparo yo te corto ambos brazos- después los otros cuatro guardias le apuntaron al cuerpo. Pasaron unos cuantos minutos así; cerró los puños y del dorso de la mano salieron garras retractiles de hueso, podían cortar metal como si fuera un pedazo de papel y tijeras, se acercó con una rapidez majestuosa, no esperaban esa acción ninguno de ellos pero dispararon al cuerpo acertándole un par de veces en el cuerpo. Wolverine quedó inerte sin decir nada, tirado en el suelo, cuando se acercaron saltó y con una ferocidad empezó a asestar golpes con sus cuchillas. Al primero le dio un golpe certero en el cuello haciéndolo sangrar de inmediato –y obviamente morir- el segundo le disparo de nuevo en el pecho y Lobezno de corto el brazo con una facilidad, este grito pero en unos segundos quedó en un shock nervioso haciéndole callar, los otros trataron de huir pero él era un animal, por ende era más rápido haciéndolos caer y los desmayó. El guardia que contaba sobre la película con su familia estaba vivo, se alegraba un poco de ese hecho.
Caminó buscando a su compañero cuando lo vio saliendo de una habitación con la sonrisa característica tan grande como cuando tenía plata en sus manos. Lo miró y negó con la cabeza –mientras a mí me disparan tu estas divirtiéndote quien sabe con quién ¿Estás loco?- musitó el mutante procedente de Canadá. Esos pasillos estaban repletos de cuadros valiosos que igual valían mucho dinero, pero igualmente eran falsos o robados, la mafia no se tocaba el corazón con nada. Detrás de Lobezno se podía ver la clara mancha de sangre y cuerpos muertos que dejó atrás hace unos segundos. Las heridas causadas por la pelea le llenaron de sangre la playera pero las marcas se estaban marchando dejando caer las balas que se encontraban dentro de él, no le quedaría ni rastro de lo que una vez fue una herida de bala. Su poder principal era la regeneración celular, podía recuperarse de casi cualquier daño y recuperar casi cualquier tejido. Su esqueleto era normal de hueso pero su mutación lo había hecho más resistente, perfecto para el trabajo que llevaba a cabo en su vida cotidiana. Había sobrevivido dolores inmensos y jamás se había enfermado, si perdía su regeneración las garras jamás volverían a salir, ya que cuando salen le produce un dolor y una herida –Vamos, que estos idiotas alertaron a los demás guardias y no tardan en llegar- caminó junto con Remy mientras escuchaba el movimiento. –Antes de que digas algo, no fue mi maldita culpa, ellos dispararon y alertaron a los demás- gruñó conociendo a su compañero y su tono condescendiente.
Re: Solo negocios [Gambit]
Salió del cuarto, seguro de que la chica fuera detrás suyo y comenzó a caminar por el pasillo, retomando su camino, mientras el sonido de una lucha y el último suspiro de varios humanos se oían, luego del resonar de unos cuantos disparos. —Logan llegó al primer piso...— masculló más para sí que para la muchacha detrás de él y desnuda. La cual volteó a ver, haciendo que se enfadase de pronto, por razones tan inverosímiles tratándose de él. —Oh porfavor, ¿no te has puesto nada encima? ¿qué no te han enseñado decencia a ti? Mira que me encantaría aprovecharme de eso, pero lamentablemente estoy aquí por negocios, no por placer y mal que me pese... no los mezclo— gruñó realmente fastidiado el estafador, mientras maldecía a los cielos por mandarle aquella prueba de fé, la joven en cuestión estaba muy buena. —Ve a cambiarte y me buscas en la escalera principal una vez lo hagas. Ni se te ocurra tardar ni escapar, o la casa vuela en pedazos...— amenazó con falsedad el castaño, consciente de que era imposible que él pudiera hacer volar la casa pero a la vez consciente que ella no sabía eso y le iba a creer.
Llegó hasta el final del corredor y finalmente se encontró con Logan, ni bien atravesó el umbral de la puerta que separaba esa parte de la casa ¿Lo primero que sucedió? Lograrse un reproche, que cosa, pero lo cierto es que si se estaba riendo como estúpido, todo el camino desde que dio órdenes a la chica hasta encontrarse a su compañero. —Hay que estarlo para meterse aquí ¿no crees? Pero tampoco me lo he pasado yo precisamente bien, la pregunta sería mejor a quién me encontré pasándosela bien...— replicó dejando que la curiosidad picara a Lobezno, mientras sonreía con picardía y escuchaba el reporte de Wolverine.
No le hizo falta preguntar por los agujeros en la camiseta blanca del mutante o las manchas carmesís de la sangre derramada. Ni necesitó inquirirle por el charco de sangre en el suelo que se veía a sus espaldas. Además, él solo ya se encargaría de explicárselo y él de darle una hostia por eso.
Lo que realmente hizo que su rostro se ensombreciera, fueron los ruidos de varias pisadas por la casa que parecían amontonarse a ir hasta ellos. —¿Que no fue tu culpa? No me vengas con idioteces, ¿cuan sutil fuiste Logan?— preguntó realmente fastidiado sin querer saber la respuesta en verdad. Tenía mayores problemas por los que preocuparse ahora. —¿Me quieres decir que todo el círculo de seguridad mafioso de esta casa se está apiñando para llenarnos de plomo? No sé cuanto te agrade la idea de pelear a ti, pero a mí aun no me apetece ser un héroe y caer en batalla...— masculló irónico y sarcástico LeBeau, al borde del histerismo. De pronto recordó a la chica y se tranquilizó un poco, pese a que su respiración continuara siendo agitada. —Vale, aun tengo una as bajo la manga y no solo el que va lleno de "boom boom"— comentó el pseudo francés aun bromeando en aquella situación, su humor era lo que nunca perdía. —Me venía riendo porque encontré a la hija de papi mafioso, fornicando en el closet con un guardia... podemos tomarla de rehén en lo que ideamos un plan para escapar... y de paso quizás nos diga donde está el dinero o al menos las joyas...— reflexionó y sopesó el plan le diable blanc, mientras Logan con sus garras desplegadas parecía prepararse más para el combate abierto que otra cosa.
Re: Solo negocios [Gambit]
Sonrió James y se acercó a ellos empezando la pelea. Las balas empezaron a volar hacia su dirección, desviaba algunas y otras le daban en el pecho o abdomen, pero después de unos segundos ya no había herida. Golpeo a dos en el abdomen y los empujo hacia otros dos; la yugular de otro quedó rasgada completamente y las patadas en la quijada lastimaban a otro. Agarró un cuerpo y se cubría de las balas que se dirigían a su cuerpo y otras a su cabeza. Se acercó caminando hacia otra fila y golpeo, clavo y cortó todo lo que se ponía en su paso, ya había aproximadamente quince muertos en el suelo, la mancha de sangre empezó a esparcirse por todos los lugares, las manos y rostro de Logan estaban manchadas, su camisa estaba llena de marcas de bala, su mejilla tenía una herida profunda que empezó a cerrar sola. Se acercó a uno de los guardias quien le asestó un tiro en la cabeza. Cayó inconsciente. Empezaron a dispararle más pero esos disparos ya no los lograba sentir. Los guardias pensaron que habían ganado la batalla. Después de unos segundos se levantó Lobezno, ya le habían dado la espalda, estaba adolorido pero aun así se acercó y negó con la cabeza
–Jamás le den la espalda a su enemigo- dijo al clavarle las garras por la espalda tocando el corazón de ambos, quienes cayeron muertos. ¿Dónde estaba Remy? Lo dejó solo en una pelea. Caminó por la casa buscando la caja fuerte pero no podía lograr encontrar nada, otra horda de mafiosos no tardaban en llegar. Dos hombres, uno más animal que otro casi acababan con una mafia prominente con sus propias manos, igual la reputación acabaría. Prendió un puro y empezó a fumar. Estaba lleno de sangre y de heridas, pero caminó como sin nada buscando a su “compañero”.
Re: Solo negocios [Gambit]
Un bufido de exasperación surgió de lo más profundo de la garganta del mutante que transformaba la energía cinética a modo de queja. Estaba realmente exasperado y si despreciaba algo de su compañero era que siempre quisiera pelear ¿Por qué hacerlo si correr era más seguro? ¿Más eficiente y más fácil? Rodó los ojos mientras el resonar de unos tacones a la carrera se oyeron a su espalda indicando la llegada de su nueva rehén. —¡Mon chèri!— exclamó con un poco de sorpresa fingida Remy, volteando a ver la joven rubicunda. —Por un momento creí que no volverías... Oh, pero ¿dónde están mis modales? Te presento a Wolverine, mi compañero. Estamos robándole a tu papi, espero no te moleste...— masculló bromeando cínica y sarcásticamente el de ojos carmesís mientras tomaba por la cintura a la chica que dócil y hasta pudo percibir, algo gustosa, se dejaba hacer. —Eso si, no te molestes en saludarlo, él si que no tiene modales...— concluyó entre risas el castaño, mientras una idea volvía a invadir la mente del castaño, que con su mano libre ya había desplegado su apreciado bo. —Como bien has dicho Logan, puedo irme y eso haré...— indicó LeBeau, y sin esperar reacción alguna salió corriendo hacia atrás y saltó por la ventana, aun con la joven en un brazo, ella aferrada a él, aterrorizada, y con el otro, maniobró el bo para así desplegar una curva hacia abajo en el aire y caer ilesos en el piso de la planta abaja, atravesando un segundo cristal de ventana.
Mientras en el piso superior se oía el ruido de armas en pleno fuego, gritos agonizantes y de guerra. Quejidos, aullidos, huesos rotos y quebrándose, carne desgarrada, etc. le diable blanc se puso en pie y ayudó a la joven a hacerlo, aprovechando para apoyar una mano en su trasero y guiarla por allí. A lo cual esta arqueó una ceja y la miró con picardía y algo de lujuria. Etienne sonrió encantado, era increíble lo que un poco de adrenalina y descaro podían hacer en una mujer o un hombre, más si venía de quedarse a medias en pleno polvo. —Querigda, me guiarías hasta donde tu padre guarda su caja fuerte, ¿por favor? Juro que te compensaré...— masculló con encanto y mentira el mutante, mirando a los ojos a la chica que ya no parecía tan asustada y hasta hablaba por primera vez. "¿Y con qué me pagarás? Si dinero no tienes, por algo se lo sacas a mi familia..." replico sin un matiz de reproche en su voz, más bien de sugerencia. LeBeau sonrió y emprendió la marcha, para llegar al estudio del capo de aquella mafia. —Quizás y hasta te lleve conmigo, esa sería una gran recompensa... no cualquiera se va con le diable blanc...— ultimó mientras ya en el estudio, pasaba de la joven y corría hasta el escritorio, sentándose en la silla y girándola, buscando el escondite de la caja fuerte. Había tres lugares clásicos, el clásico era detrás de un cuadro, el segundo más frecuente era en el cuarto, detrás del ropero. Pero el tercero y más seguro, poco común, era detrás de los libros en una estantería. Y lo que allí sobraban eran libros. Comenzó a tirarlos todos al suelo los de los estantes intermedio y cuando tenía medio estante vaciado, encontró lo que buscaba. Sonrió con diversión. —¿En qué año se casaron tus padres jolie?— inquirió el ladrón, recibiendo por respuesta un 1945. Apresuró a teclear el año y por arte de magia, fue la contraseña correcta haciendo que la caja fuerte se abriese. —Espléndido, deberías intentarlo con las tarjetas de tu padre, vaciar sus fondos e irte a vivir al Caribe, quizás y en un tiempo te dé alcance...— masculló Etienne, mientras comenzaba a tomar todo el dinero que había en la caja fuerte, esperando que Lobezno guiándose por sus sentidos los encontrara allí.
Re: Solo negocios [Gambit]
-Ven Remy- dijo cuándo lo miró a los ojos y se acercó obedeciéndole de mala gana -¿Estás loco? Ahora la tendrás que llevar, pusiste en riesgo nuestra identidad por tu maldita actitud. Te la llevas contigo o la asesino aquí mismo y sin inmutarme y lo peor es que sabes que lo haré- gruñó de forma violenta mientras le picaba el hombro como en dedo con fuerza, odiaba que hiciera eso pero lo hacía más seguido de lo que parecía. Se sentó en una de las sillas mientras le sanaban las heridas. Suspiró y puso su puro en la boca fumándolo tratando de que el estrés de la situación no le afectara, pero después de un trabajo así siempre pensaba, no en las victimas, si no en los terceros, la familia y amigos pero ellos se lo buscaron por trabajar en ese lugar he involucrarse con la mafia más prominente de Nueva York. Según sus cálculos tenían pocos minutos para salir de ahí antes de alertar al de la caseta principal; al no recibir respuesta alguna de los jefes interiores se adentraría y alertaría a las demás plazas, tenían que irse ahora –Listo, está hecho, vámonos ahora- dijo mientras caminó hacia una ventana y brincó rompiéndola, el aire le golpeó en el rostro y calló de pie sin lastimarse… quería salir de ese lugar ahora, ya estaba sano, no se podía notar ninguna herida en su rostro u otra parte del cuerpo. La misión fue satisfactoria.
Re: Solo negocios [Gambit]
Cuando este le ordenó de aquel modo que se acercara, no le quedó opción y pese a que no le agradaba ser el obediente chico que acataba "órdenes", sabía que no estaba de buen humor su compañero y mejor era que con el poco bueno que le quedaba, durase. —¿Por qué eres tan fataliste Logan? ¿Qué no ves que la pobre no quiere morir?— masculló relajado y volteando de lado para mirar a la joven que tensa sonrió y rió nerviosa, aferrándose más a la madera del escritorio en el que se había apoyado. Observó a su amigo arrugar el rostro, fastidiado por aquella actitud de LeBeau, más no le interesó.
Mientras Wolverine se ponía cómodo esperando a que su cuerpo terminara de sanar y comenzaba a fumar sus tan amados puros, Etienne se dedicó a reunir el dinero restante. Sabía que no le quedaba tiempo y por suerte siempre cargaba con una bolsa de tela resistente para aquellas situaciones. Depositó todos los atados de billetes dentro de ella y cuando estuvo listo se la cargó al hombro. Suspiró triunfal en lo que Logan al contemplar que estaba hecho, se paraba y anunciaba que era hora de partir. Se volvió hacia la muchacha y le sonrió seductoramente, mientras tomándola por sorpresa se inclinaba y rodeando su cintura, juntaba sus rostros besándola enérgica y pasionalmente, por un corto lapso de tiempo. Al separarse, el clásico suspiro ahogado de la chica, conteniendo la excitación y abrumación del momento, se hizo oír. —Madmoiselle, le diable blanc debe marchar y te rogará que no nos delates... De todos modos, nadie te creería. Incluso te recomiendo que te marches y hagas como que saliste con amigos luego de que tu familia encuentre este desastre...— se despidió el ladrón de la mafia, dándole un consejo final, mientras que sin esperar respuesta alguna se dio media vuelta y corrió hacia el hueco que su compañero había dejado al saltar. Atravesó el marco de la ventana con el ya ausente vidrio y cayó de pie, con agilidad y flexibilidad, al lado del otro mutante. —Mmh...— suspiró llenando sus pulmones del frío y "puro" oxígeno del aire libre, ligeramente condimentado con una exquisita fragancia de las flores presentes en aquel jardín. —Vamos, hay muchos lugares donde me esperan para que gaste este dinero, bares, alcohol, mujeres, coches... el resto tocará desperdiciarlo...— masculló Remy, mientras tomaba la iniciativa y comenzaba a andar por la hierba, en dirección a las rejas traseras del jardín para saltarlas y luego ya largarse de allí.
Re: Solo negocios [Gambit]
Caminaron sin rumbo por un rato hasta llegar a un bar. Entraron a él ambos hombres y al menos el más salvaje de ellos miró a ambos lados. Era un lugar de mala muerte, había prostitutas y personas apostando hasta la esposa; un lugar perfecto para la pareja de mutantes. Remy era más chico que el pero era casi como un amigo, nadie lo apoyaba más que él, y aunque fuera un imbécil a veces –casi siempre- lo respetaba y aunque dudaría en confiarle la vida al menos sabía que podía confiar algunas cosas con el sin reproches; un poco de humor nunca le venía mal al lobo. Se sentó a la barra junto a su compañero y pidió una botella de vodka y un six-pack de cervezas, quería embriagarse esa noche y no recordar ni quien era el, ni la chica pelirroja que había dejado atrás; ella poseía ahora sus placas de guerra, debía regresar por ellas, pero no sabía cuándo. El estaría vivo en medio siglo, y después de otro siglo igual, no le temía a la muerte ya que su alma se había fragmentado, era un humano sin humanidad. Actuaba por instinto.
Agarró la botella de vodka cuando el mesero se la trajo hasta la barra y empezó a beber. Él tendría su botella y Gambit probablemente iría a comprar otra. Con su factor de curación era difícil emborracharse pero al menos lo intentaría esa noche. Cada vez que el alcohol entraba a su garganta sentía como quemaba, después como entraba a su estómago pero siempre tenía ganas de más alcohol, era un veneno, pero algunas cosas solo se podían asesinar con veneno, y ahora esperaba que fuera letal –buen trabajo- comentó mientras bebía mirando a Remy directamente a los ojos.