por Luke Gallagher Mar Ago 25, 2015 9:40 pm
» The Soom Council ★ Cambio de Botón (Normal)
por Invitado Vie Nov 07, 2014 8:45 am
» Confieso que...
por Catherine Calderwood Vie Oct 17, 2014 8:24 am
» Roaring Twenties - Cambio de botón/Élite
por Invitado Lun Oct 06, 2014 10:41 am
» Nightwish Time [Afiliación Élite]
por Invitado Jue Oct 02, 2014 5:53 am
» Avada Kedavra -Foro nuevo- (Afiliación Élite)
por Invitado Dom Sep 28, 2014 4:04 pm
» Pensamientos de un nuevo mundo - Charles Xavier
por Charles Xavier Mar Sep 23, 2014 5:20 am
» Búsqueda de Rol
por Reza Parsi Lun Sep 22, 2014 6:34 am
» Ever After Kingdom - Foro Disney (Afiliación Elite) (Cambio de botón)
por Invitado Sáb Sep 13, 2014 1:12 pm
» {Leonard Wells}
por Ursa Langle Vie Sep 12, 2014 10:05 am
» Registro de Habitación del Instituto
por Hope Summers Vie Sep 12, 2014 10:01 am
» Wanda Maximoff || ID
por Ursa Langle Vie Sep 12, 2014 9:56 am
» Registro de Poder
por Hope Summers Vie Sep 12, 2014 9:55 am
» Registro de Ocupación
por Hope Summers Vie Sep 12, 2014 9:42 am
No es cuestión de ser bueno, sino de ser el mejor...+18
Re: No es cuestión de ser bueno, sino de ser el mejor...+18
Podia seguir controlandose por más tiempo? O era acaso que el dueño de los ojos carmesí quería enloquecerla con ese modo de besar de él?. La joven deslizo sin el consentimiento ajeno su lengua para probar la sensación de la suya, intensificando el gasto, prolongandolo hacia el camino de la lujuria que poco camino sentia que debía recorrer para llegar a el, sintio el toque de su mano sobre su mejilla y su respiración se hizo ausente por segundos resucitando en un suspiro sobre sus labios, sin aliento saboreo débilmente los labios del hombre que por momentos habían sido el arma que la habían hecho enfadar y que ahora la sometían cual bestia latigada por esa necesidad de volver a sentirlo.
Parecía aclararce lo obvio que era que el ya no estaba dispuesto a recapitular los malos entendidos y eso a ella le compensaba sabiendo que de algún modo el ya no pelearía. Ese beso robado fue la prueba y en ese instante una ceja de la pelirroja se levanto, observo su rostro y se pregunto quien era realmente. Sabia su nombre y que con eso?, no podía bajar la guardia incluso si esa noche decidia pasar un buen rato debajo de él, encima, delante o de cualquier posición; fue en ese instante que se prometió no bajar la guardia ser eceptica de sus palabras.-Si, me llamo Morgan, pero como ya somos "amigos" puedes decirme Quinn, ese es mi apellido y la mayoría de por aquí me dice así... .
¿Que si eso habia sonado trillado? si, y ella estaba consciente, con suerte podrían llamarse conocidos, pero amigos?, la pelirroja solo quería asegurar su presa con algo de inoscencia.
Bendita fuera esa apetecible rigidez atrapada en sus pantalones!. Y despues de un rato un escalofrío la recorrió siendo consciente de ese nuevo sentimiento de querer ser "educada"? "moldeada"? Tranquilizada, ella quería seguir con ese salvajismo que la mordiera, que la hiciera callar de ese modo. - ...comienzo a creer que tus métodos no aplican sobe mi- comento con sinceridad.
-...si existe infierno ,creo que nací en el porque adoro jugar con fuego y mas si alguien conoce ese juego tan bien como yo... Sie brennen, Liebe!.... Sie brennen, Liebe! - dijo en su lengua natal totalmente excitada que un par de besos por su cuello no se hicieron esperar demasiado. Le miro cuando su reacción al contacto fue de retroceder sin moverse, preguntándose si le incomodaba su temperatura. Por lo que acaricio con delicadeza cada uno de las líneas que surcaban su abdomen delineandolo en un trabajado cuerpo que la pelirroja ya no resistía en poseer.
Sentir esa mordida la puso rígida, y su par de manos una en ese punto debil de ella, degustaba del placer que le provocaba que jugaran con sus glúteos. Era eso un dolor que disfrutaba? Absolutamente. ...al fin!! dijo bromeando y con ayuda de su otra mano comenzó a subir su camisa para despojarlo de ella, la silueta de la mujer encambio se movía conforme los apretones la hacían reaccionar. Su interior comenzaba a humedecerse sin poder evitarlo y era eso lo que provocaba que el estuviera dedicado a esa zona. Admiro esa imagen unos minutos y lo jalo por la evilla hacia la cama de tercera calidad esperando no se desplomara por lo violento que habia sigo el jalón y el caer de ambos cuerpos que para ella parecía un chiste cuando un par de risas algo infatiles se le escaparon de entre los labios. Lo acomodo entre sus piernas y le sonrio esta vez de una manera alegre sin que sus dedos dibujaran infinidad de rutas por toda la piel descubierta. Puso una mano en su nuca y lo observo.
Re: No es cuestión de ser bueno, sino de ser el mejor...+18
Su mirada en cambio, al finalizar aquel beso inicial. Significando la apertura de lo que sería una tarde llena de mismos como ese. Se fijó en la expresión ajena, notando aquella ceja que se pronunció hacia arriba arqueándose. Entonces dudó, ¿qué estaría pasando por su mente? ¿Tanto le costaba mencionar su nombre? —¿Amigos? No creo que seamos amigos...— musitó relamiéndose mientras la miraba con picardía. —Pero, es un gusto -de nuevo- madmoiselle Quinn...— comentó elocuente el de Nueva Orleans aprovechando la excusa para inclinarse a saludarla, como si ya no lo hubiera hecho y al final robarle un nuevo beso en los labios. Que esta vez si fue corto y casto, al volver a incorporarse sobre su postura original.
Ya en su "cuarto", nada importaba. Le daría igual si gritaba como una loca o incluso hacía que él gritase como tal. Tampoco le importaba el goteo constante de algunas tuberías, ni el lugar donde se encontraba. Era habitable, decentemente limpio y sobre todo: privado. No necesitaba más.
O tal vez si, aquel juego no acababa nunca, mientras él terminaba de acercarse a ella. La erección entre sus piernas ya era inigualable, incamuflable. —¿Eso que se supone que es? ¿Alemán? ¡Da igual! Ardamos juntos hasta que la llama se extinga, chèri— contestó ardiendo en el deseo más lascivo y lujurioso que podía delatarse en su mirada. Devoró sus labios con presteza, mientras sus manos se peleaban por quién recorría con mayor anhelo y desespero su cuerpo.
Habiéndose ya acostumbrado a la temperatura de la mano ajena -y al sobresalto- le sonrió con calidez. Suspiró al sentir como repasaba las marcas en su piel, ya fueran por la contorsión de su cuerpo o la definición de sus músculos, apenas marcados. Sin embargo, él no se quedó atrás en aquel juego y deslizó ambas manos por sus glúteos, que luego de sobarlos se dedicaron a aferrarlos con fuerza, disfrutando de su dureza, de su formación, de su forma... Repasándolos como le gustaba, a gusto y sin pena sonrió descarado al oírla. —A esta altura, es un desperdicio usar la boca para hablar...— repuso chasqueando la lengua desafiante, retándola a que se le ocurriera algo mejor en lo que ocuparla, pese a que estaba seguro que acertaría.
Se dejó conducir, lentamente por ella, pero no esperó tan repentino jalón. Sonrió -ya sin camisa- al caer sobre esa, extendiendo los brazos justo a tiempo para no aplastarla en la caída. El colchón no era lo mejor, pero tenía su mullidez, serviría. Una de sus manos descendió por el torso de la chica y sus dientes atraparon su labio inferior, ahogando un poco aquellas risas. Mientras tanto, la diestra se dedicaba a tomar por el borde la tela de su camiseta, jalando hacia arriba, mientras la zurda recorría una de sus piernas, acariciándola con suavidad y lentitud, buscando ponerla lentamente a gusto, en el estado que él la quería.
Re: No es cuestión de ser bueno, sino de ser el mejor...+18
Era obvio que no eran amigos pero no quería ignorar todas esas formalidades a las que se habia acostumbrado, quiso reponer su expresión pero en cambio detuvo el balbuceo para admirar la pronunciación de su apellido con el toque seductor del francés. Sus ojos parecieron abrirse un poco más de la impresión de descubrir lo bien que se oía salir esa corta palabra con la que se reconocía de la boca del hombre, y sin duda mientras se acercaba el fugaz pensamiento de obligarlo a repetir esa palabra para ella le paso por la mente como una meta, quería ser recordada con la estrategia de la repetición. ...madmoiselle Quinn . Que bien se oía.
En esa antigua bodega el olor era un poco mas tolerable, al menos ahí podía percibirse un poco al perfume natural de las Flores y plantas que cubrían todas las paredes con algunas ramas entrelazándose entre las tuberías. -...francesito no insultes mi lengua con tus supocisiones cuando de arder estamos hablando...o quieres desatar nuevamente la guerra?- tartajeo dudosa en las ultimas palabras de la frase que iba tomando la forma de una declaratoria cuando al sentir esa mirada atravesándola no contuvo la presencia de sus deseos alentados por esa forma de reconocer las curvaturas de su cuerpo.
La sonrisa que noto dibujándose en su rostro cuando sus dedos intentaban recordar cada línea, le hizo creer iba en buen camino y de su parte ella le obsequio el beneficio de escuchar de su parte la primera serie de suspiros entrecortados y suaves jadeos que parecían ser la evidencia de la joven derritiéndose al mando de esas manos. La simpatía del joven le hizo arrancarle un beso como recordatorio de su acuerdo.
Con el labio al resguardo de los dientes del hombre, la mujer solo se hizo de miradas pícaras hasta que sintio un clic liberandola del molesto top que llevaba. La prenda hizo una trayectoria poco importante en comparación a la brisa que atravesó entre ambos cuando la palidez de esa tierna piel que terminaba por exhibir las figuras florales de sus tatuajes se hizo notar con la evidente excitación en sus pezones. Volvía a sentir las caricias en su torso y pierna, no quería apresurarse, ya habia pasado el tiempo de eso. Sin consentimiento acertó a disolver la tiranía de unos pantalones que poco le hacían bien a su hombría invitandola a tocarlo, no se detuvo, despues de atender al hombre con besos para distraerlo del jugueto con el resorte y a veces decsendiendo por su cuello y hombros. Miro sus ojos carmesí y sus manos lo alabaron desde el rostro hasta su notorio endurecimiento, no con el desenfreno que unos minutos antes había sido víctima sino con la lentitud en la que las yemas de sus dedos parecían buscar apenas rozar su piel. Su coraje habia sido mitigado mientras ella obedecía sus instintos comenzando a repartir besos por sus brazos,cuello,pectorales y cualquier recóndito lugar al que fuera capaz de acceder, no quería detenerse y quería conocer hasta donde el dejaría que las traviesas de sus manos comenzaran a deslizar su ultima prenda...
Re: No es cuestión de ser bueno, sino de ser el mejor...+18
Se distrajo por un momento, aún enredado a ella, para observar su alrededor. Mientras más tiempo pasaba allí, mayor detalle parecía notar, mayor nitidez parecía adquirir su mirada. Había varias plantas y flores en las paredes, como si aquel fuera un lugar fértil. Y el recordar como algunas hierbas aparecían en el recorrido hacia su cuarto le hizo pensar que aquella chica tenía que ver con eso. —Lo que quiero, es desatar un incendio, aquí mismo...— dijo con sorna, mirándola desafiante antes de accionar.
Sus jadeos, resultaron como una armoniosa melodía al llegar hasta sus tímpanos, haciendo que cerrase los ojos y disfrutase de sus manos. Mientras las propias ascendieron por la ladera de su espalda. Una acarició su piel pálida y cubierta de tatuadas y la otra rodeó y contorneó su torso, sus costado hasta ascender hasta su costillar. Luego de aquel fiero beso arrebatado, fue cuando acabó cayendo junto a ella sobre el colchón.
Más de una escena obscena se plantó en su cabeza al recibir y realizar aquel intercambio de miradas, mientras su boca entretenida, se dedicaba a mantener apresado uno de sus labios. Acabó por liberarlo del suplicio de sus dientes, para succionarlo por completo. Sin embargo, sus manos no se quedaron fuera de aquel baile, continuaron recorriendo y disfrutando la piel ajena, en lo que acabaron juntos sobre la espalda de la muchacha, para deshacerse de un simple movimiento con el broche de su prenda superior.
La tela se deslizo por el cuerpo de la pelirroja, mientras su mirada carmesí se detenía en los ojos ajenos, esmeraldas y cautivantes, un momento. Los besos y las caricias aumentaban, conforme la temperatura de sus cuerpos lo hacía. El ritmo cardíaco de su cuerpo se aceleraba y la sangre le hervía, mientras se comenzaban a desnudar lentamente. Decidió pagar con la misma moneda y mientras una de sus manos se tomaba el trabajo de recorrer su espalda hacia abajo hasta su trasero, para finalmente dar un rodeo y volver a acariciar su pierna derecha, procuró que apenas sintiera la yema de sus dedos. Que el intermitente tacto hiciese que la piel se le erizase y un estremecimiento le recorriese.
Tuvo que ahogar un jadeo, víctima de la inevitable excitación, mientras ella recorría con besos fervientes poco a poco su piel e invadían su torso, su jugada fue maestra y no se dio cuenta hasta fue demasiado tarde que ella ya se estaba deshaciendo de sus vaqueros. Intentó apoyarse sobre sus brazos y elevar un poco la cintura, para así facilitarle el trabajo de quitárselos.
Sus labios no permanecieron quietos y procuraron devolver gestos tan rápidos como los recibía. Más él no lograba mantener el temple, el calor comenzaba a ser abrasador y sus dientes mordían el cartílago de su oído y besaban el lóbulo de su oreja. Deslizábanse hasta el cuello de la chica para recorrerlo hasta su clavícula, mientras una de sus manos abarcaba su busto, estrujándolo con cuidado y acariciándolo. Sentía la dureza de sus pezones, provocando en el una sonrisa triunfal borrosa, mezclada con el embotamiento y la embriaguez de aquella placentera situación. Más un escalofrío le alteró de pies a cabeza, sintiendo sus manos en su entrepierna, generando que su erección se endureciera, mientras comenzaba a deslizarse la tela que la cubría. La mano posada en su pierna atrapó la muñeca ajena. No se lo iba a dejar fácil, quería fastidiarla un poco, pero tampoco evitó que hiciera nada, no fue firme. En cambio pellizcó su pezón con la segunda mano, maniobrando para ofuscarla y distraerla. Aquello era un juego, era fuego puro y ardiente, pero él seguía queriendo ganar.
Re: No es cuestión de ser bueno, sino de ser el mejor...+18
-...quemame a mi! hazme arder desde lo más profundo!- volvía a rogar con una voz satinada -... no queremos llamar atención si quemas la guarida de tu socia y mi jefa Raven o si? - atajó deteniendo ese mirar suyo de desafío, su apetito por gobernar la situación volvía a presentarse, y parecía que por el resto de la velada se vería obligada a mantener la guardia en alto con el castaño y eso lejos de ser desagradable le provocaba dejar las moralidades en el olvido.
La rivalidad por conseguir apropiarse de la mayor extensión de piel ajena se volvía un enfrentamiento enérgico que tentaba a ambos a despertar el interés del otro, por ver quien ganaba la disputa de reconocer al más puro estilo de la tortura lenta de caricias a su rival. Los roces del francés sobre los dibujos que engalanaban la silueta de la pelirroja se hacían presentes por una de las zonas más sensibles de ella, por cada línea rebasada dejando atrás cada una de sus costillas ella de encogía un poco y sacaba la motivación necesaria para repasar su ancha espalda, moldeandola de vez en cuando entre la presión de suaves masajes de anhelo.
La joven arqueo su espalda impulsivamente cuando la succión de su labio provoco un nuevo roce de pelvis,un ligero manto de sudor templado comenzaba a cubrir la lívida piel de la mutante, el descanso de unos sonidos involuntarios de lo más tentadores no dejaban de esfumarse entre el minímo espacio entre ambos extraños que por primera vez se encontraban y ahora se veían liados a la voluntad de ese inmundo lecho. Esa mirada que los había unido ella la aprovecho como la oportunidad de mostrarle la furia enardecida que contenía en su interior, las ganas que le provocaba y un sin fin de halagos que no se atrevían a revelar sus labios que de abrirlos seguro desfiguraría el sentido a uno mas impuro y agresivo como era su costumbre.
Sus caricias se volvían sinonimo de martirio mientras la dueña de mirada enigmática las glorificaba y toda ella conseguía fundirse en escalofríos que la hacían estremecer cuando su trasero volvía ser atendido, exigía que esas manos no volvieran a adueñarse de el o simplemente podría tornarse demencialmente salvaje contra él del modo más sexual que se podía imaginar, estaba apunto de rebasar ese delicado límite pero no caería en sus provocaciones aún. Pero ella seguía en la delantera cuando el triunfal sonido de la e villa chocando contra el suelo hicieron eco en sus oídos sonriendo para si misma por una victoria más sin despegar los labios de la piel que mordía suavemente momentos después.
Mordeduras y posesión de pezones dos debilidades manifestadas al mismo tiempo haciendo de la pelirroja desvariar y presionar mas su cuerpo contra el suyo buscando alargar el cuello a placer de ella misma, egoísta de mantenerlo para ella en esa zona o que bajara a complacerse el mismo y la probará. -tienes....per...miso de probar lo que quieras ...- Le autorizo totalmente perdida en él.
Esa sensación inmaculado perduro mínimamente cuando la mas traviesa de sus manos fue atrapa por la del propietario de esa ultima prenda que ya quería desintegrar con ansias, alzo una ceja recibiendo la respuesta con rapidez sintiendo su rosáceo pezón siendo manipulado y retorcido; la alemana lo acerco a ella y mordió su labio inferior con rudeza pasando a deslizar la punta de su lengua por el mismo lugar para después delizarla por su lóbulo y jalonearlo haciendole ver que el juego no solo se trataba de él. Sus piernas abrazaron su cintura obligándolo a sentir el restriego, mientras su mano lograba bajar un poco mas la tela, aguardando a ver lo que hacía ahora.
Re: No es cuestión de ser bueno, sino de ser el mejor...+18
—Shhh...— la invitó al silencio ligeramente molesto el de Nueva Orleans. Mientras ella continuaba hablando. Ya no quería pelear. Su cuerpo le exigía entregarse al placer, mientras que su mente le manifestaba la cínica idea de que continuar aquella pelea incluso en el coito, sería de lo más excitante y morboso. Un suspiro se le escapó entonces. —Ya llamarás tu la atención con los gritos y gemidos que te arrebate, no veo problema en que se incendie el lugar también— comentó burlón y provocativo. No lo decía en serio, no era tan egocéntrico como para pensar que era un hecho el que ella fuera a gritar su nombre o a tener el mejor polvo de su vida. Pero estaba claro que él se esforzaría para ello.
Más su cabeza estaba demasiado focalizada en la piel nívea y suave de la pelirroja. Cuya calidez y adornos tatuados sobre ella, retraían al ladrón de la realidad. Sus labios se ocupaban de recorrer una de la ladera de su cuello, mientras sus dientes entretanto lograban atrapar parte de la misma. Era un viaje de idea y vuelta, desde su oído hasta la clavícula de su hombro. Mientras el placentero suplicio de las mordidas ajenas acompañadas del roce de sus labios sobre su propio cuello, le llevaban más allá. Como si fueran un espejo el uno del otro, hacían lo mismo sobre el perfil opuesto de sus cuerpos, como si fuera una disputa personal sobre quién le robaba más suspiros a quién.
El ambiente se caldeaba, provocando que la temperatura subiera ¿En verdad era la habitación o solo su cuerpo? No lo sabía a ciencia cierta, pero su pulso era acelerado y los latidos de su corazón amenazantes. Su piel estaba caliente y cuando ella realizó aquel movimiento de pelvis reactivo, no pudo más que ahogar un jadeo. Uno más a la lista de victorias para ella. Su cuerpo comenzaba a sudar, desde el cuello hasta el torso, incluidos sus brazos. Mientras su frente comenzaba a perlarse de gotas de transpiración.
Con la zurda sobre la parte trasera de la rodilla ajena, el castaño sonrió ante la nueva oleada de caricias que se figuraba hacerle. Mientras que sus labios recorrían el sendero inverso hasta los labios ajenos, para delinearlos con su lengua, muy lentamente. Sin tomar la decisión de besarla, quería -en cambio- provocarla y que ella lo hiciese, regocijarse con ello. De pronto, con la diestra se dedicó continuar acariciando su torso, para que la segunda mano del ladrón ascendiera por sus piernas, acariciando su muslo hasta la entrepierna ajena. Tan solo cubierta por la tela de su ropa interior, comenzó a rozarla con presunta inocencia, estimulándola de a poco.
—Tampoco necesitaba realmente tu permiso, ¿o no?— contestó con dificultad para hablar, con la voz agitada. Mientras su pecho subía y bajaba con cierta aceleración. Tampoco estaba tan agitado. Pero si sumamente exacerbado, mientras sus manos continuaban recorriendo aquel lienzo que era el cuerpo ajeno.
De pronto se encontró sobre ella, atrapado por sus dientes. Aquellos labios adictivos lo habían seducido, primero capturando su labio y finalmente apresándolo por el lóbulo de su oreja. Mientras su mano seguía torturando el pezón de la alemana. Él le otorgaba el placer que ella no se atrevía a pedir.
Un gruñido de excitación escapó de su garganta sintiendo sus caderas unidas por el abrazo de sus piernas. Su erección era abismal, pegada en la entrepierna de ella. Con un poco a dificultad deslizó su mano de allí para colocarla sobre su cintura, mientras ejercía una presión pélvica para que ella también sufriera. Ya nada importaba, ni su amenaza palpitante sobre el elástico de su última prenda.
eine große Wendung . ..
La propia dermis nevada de Morgan se vio rotulada por las multiples asistencias del castaño, cada una había sido bien recibida con el acompañamiento de sutiles jadeos de placer, razones eran pocas para que el juego se estuviera tornado tan acalorado, sentía el propio cuerpo nublarse en secreciones ajenas y propias, ambas respiraciones coordinadas en un ritmo inusual, el deseo era difícil de negar pero un jadeo masculino le hizo pensar cosas que poco se dedicaba a pensar en situaciones así, apartó por un momento su conciencia tras esa nueva conquista. Estaba decidido.
Su entrepierna humedecida no dejaba de lado el empeño de lograr que esos dedos exploraran debajo de ese paño y se dejaran resbalar con cuidado a su interior, ansiaba tanto aquello que su apellido volvió a adueñarse del habla de la alemana- -LeBeau... -y como una orden hipnótica sus caderas comenzaron a moverse circularmente... y las ramas crecían debajo de la cama.
- Si fueras un caballero y dejaras de subestimarme, sabrias que deberías agradecer mi permiso... -los roces se hacían constantes y la joven a penas podía pronunciar aquello sin que sus piernas comenzaran a temblarle hambrientas de él, todo su cuerpo a la espera, preparado para la pequeña muerte, para ese placentero momento que la haría revivir como un fenix dejando mil jadeos atrás. ...y espinas crecían a su alrededor.
La ambición de la alemana se acelero cuando su respiración entrecortada se hacia presente, su labio lo mordisqueo ante la reacción de ese pezón siendo torturado, comenzó a sufrir realmente cuando sus entrepiernas se presionaron, ese endurecimiento era tortura para ella pero sus agiles manos habían logrado desprenderlo de su ultima prenda. ...y maleza recubría persistente la habitación con formación más sólidas .
Victoria. La mujer realizó un contrapeso con todas las fuerzas que tenía y después se aparto lentamente del francés sentándose sobre él aún con la bandera de victoria aun en su mano, le sonrio con malicia y antes de que pudiera decir algo le se acerco a presionar sus labios contra los de él. Dejo que una enredadera lisa le sujetara suavemente una de las muñecas y se levanto del lecho con aire erótico. -Sabes por donde es la salida...disfruta de mi veneno- sentenció en una voz divertida mientras se alejaba hacia la puerta y hacia crecer delante de la cama filosas espinas bañadas de sustancias tóxicas que de ser tocadas podrían producir en cualquiera alteraciones negativas en el organismo. La maleza seguía creciendo al tiempo en el que la pelirroja hurtaba la ropa del hombre con el plan de salir a la superficie y cambiar su aspecto al de un hombre o al menos dejarlo a él sin ropa si podía salir de ahí. Enrredaderas, y maleza, enormes flores manipuladas genéticamente que contenían gases mortales en su polen como las flores del acónito sus hierbas preferidas que se manifestaban con flores azul púrpura. Más flores fluían como agua entre las espinas, con una variedad infinita de colores exóticos. Tallos quebrantando el suelo y agrietandolo para intimidar la ridícula dimensión del pequeño lugar, todos ellos fuertes y nocsivos . La alemana abrió la puerta entre risas disfrutando de llenar a sus creación con resina, toxina botulínica y algunos paralizantes. No sabía los poderes del mutante pero deseaba detenerlo al menos lo suficiente para llegar a la superficie.
...adiós cariño, no será la última vez que me veas -soltó antes de cerrar la puerta tras de si entre tanto pajar herbal donde él era la única aguja desnuda.
La vanidad de la chica la habia llevado a dar tal giro por egocentrismo propio, por dignidad y hasta por diversión mientras apuraba el paso por uno de los túneles.
Re: No es cuestión de ser bueno, sino de ser el mejor...+18
La habitación parecía transformarse y a un ritmo vertiginoso. Ya no cabía duda alguna en la cabeza del joven que aquella mutante tenía algo que ver con el crecimiento acelerado de plantas. Y encima las que ella deseara, ya que no tenía duda alguna que "sus venenos" iban a ser básicamente todos los vegetales que allí crecieran. Estaba desnudo, pero aquello era lo último que realmente le importaba. Necesitaba salir de allí y de un tirón final, pudo liberar sus manos de la cama. Más una barricada de espinas parecía impedirle el paso. Se paró de un salto sobre el colchón y comenzó a buscar con sus ojos escarlatas, su ropa. Había desaparecido. —Me cago en todos tus ancestros madame Quinn, estas me las pagas...— dijo enfurecido el castaño. Sin embargo, entre tanto verde una porción marrón asomó, lo único que él en realidad buscaba. Su gabardina. Al ser lo primero que se había quitado, permaneció apartada de su montón de ropa y cuando la pelirroja se la agarró para llevársela, aquel abrigo -para ella- insignificante pasó desapercibido. Una sonrisa de esperanza se plasmó en su expresión. El muchacho era ágil como él solo, entonces decidió saltar hacia atrás. Contra la pared que yacía la cama, el chico saltó un metro sobre ella y flexionó las piernas. Para que antes de caer pudiera impulsarse de la misma saltando a gran altura por los aires, pasando por encima la barricada mientras aquel habitáculo se transformaba en una jungla.
Procuró evitar tocar la mayor cantidad posible de plantas. Sobre todo espinas y flores. Además de raíces y tentáculos. Logró abrirse paso hacia donde su prenda esperaba a ser devorada por la maleza y se la colocó con rapidez. Su erección hacia años que parecía haber desaparecido. Metió la diestra en el bolsillo y tomó su baraja de naipes, sin esperar a la carroza, cargó uno de energía cinética y lo lanzó contra la puerta de hierra. El impacto causó una violenta explosión haciendo que no solo la puerta volara en pedazos, sino que la pared entera, casi hasta el techo. Además dañó y mató todas las plantas que habían crecido contra ella. Pero a Remy poco le importaba eso, como el echo de que muchos cascotes hubieran comenzado a caer sobre su cabeza y la pared poco a poco se derrumbara. Él de un salto ya estaba fuera de aquel infierno de color verde. Echó a la carrera mientras cerraba el abrigo por la cintura y sus pies descalzos aceleraban el paso por los pasillos de aquel lúgubre lugar. Quizás tardaría en llegar a casa, pero al menos no moriría aquel día, no era el día de Remy LeBeau...
—Haciendo un balance, Remy...— comentó para sí mismo en voz alta mientras se encaminaba por un pasillo a toda velocidad. —Tuviste diez minutos de gloria— reflexionó positivo el castaño. Mientras doblaba a una esquina. Quería encontrar ya mismo una escalera a la superficie, poco le importaba que le vieran desnudo. Todo lo que era de valor en sus ropajes, lo tenía en su abrigo, incluido el mazo de cartas que le salvó la vida. Y los "pocos" billetes que cargaba encima. —¡Je! No tuve que repararle ese ventilador...— fue el último comentario que se hizo eco entre tanta cañería y alcantarilla.