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Wanda A. Maximoff
Wanda A. Maximoff
Wanda A. Maximoff
Is it necessary to plant such fear in the hearts of the people?Datos básicos
Nombre completo: Wanda Anzhelina Maximoff.
Edad: 17 años.
Lugar de Nacimiento: Transia, Rumania.
Bando: La Hermandad tirando a Neutral.
Grupo: La Hermandad.
Poder: Manipulación de la probabilidad.
Alias: Bruja Escarlata.
Rango: Militante.
Orientación Sexual: Heterosexual.
Played by: Willa Holland.
Personalidad
Wanda Maximoff siempre se ha mostrado como la antítesis de la debilidad femenina: de carácter fuerte y calculador, una líder. Siempre con respuestas claras y decisiones limpias a las dudas que se plantean en su mente, como si supiera qué es lo que hay que hacer después. Mirarla a ella, estar con ella, conocerla, cualquier persona diría que Wanda sabía su destino y el de muchos ya nada más nacer, por la seguridad que radian sus pasos, sus palabras y su porte. ¿Una mujer de armas a tomar? Casi, casi. Así es como todo el mundo quiere que la vea. Sin embargo, y como muchos seres humanos, Wanda usa la fuerza y el carácter cómo cascarón de protección, pues si no fuera por su mellizo Pietro, se sentiría absolutamente sola en vida. Tampoco podemos decir que sea una insegura, porque eso sería un adjetivo demasiado grande para la definición que representa ella, sin embargo tampoco está siempre tan segura de la efectividad de las decisiones que toma. Decide, observa y luego ya se verá; a fin de cuentas, los mutantes tampoco distan tanto del resto de la humanidad.
Odia pasar inadvertida. Ese es otro punto de ese cascaroncillo que representa la mitad de su personalidad y la totalidad de su forma de ser. Le gusta que la gente se fije en ella, sea en el ámbito que sea, ya que siente que tiene potencial suficiente como para ser conocida. Es, también, apasionada y dedicada a aquello que haga, sea lo que sea. No le gusta hacer las cosas rápido y mal: su necesidad de tener el control sobre su vida y la situación en la que se encuentra la lleva a hacer las cosas perfectamente bien. A este último punto podemos añadir la astucia, la agilidad y la inteligencia. Para lograr hacerlo del modo en el que ella quiere, analiza siempre las situaciones y busca los posibles daños colaterales que pueda llegar a acarrear su acción, a pesar de que en algunas situaciones pase a la impulsividad casi absoluta y lo último que mire sean las consecuencias. A todo esto, adora los retos, sobre todo aquellos que implican, para ella, grandes rivales.
Otro punto es que, en cierta forma, Wanda tiene ese espíritu rebelde adolescente que todos, en algún momento de sus vidas, han sacado a relucir. Es por eso, pues, que odia que le digan qué hacer. Se dice que ella es la ama y señora de sus actos y, si bien algunas normas las coge con pinzas, aquellas órdenes que carezcan de sentido o no compartan opinión y moralidad con su pensamiento propio, no las acatará. Y, con eso, se mantiene bien firme.
Risueña, alegre y optimista, le gusta pasar ratos divertidos, libre de despreocupaciones, como a cualquier otro. Romántica y muy cariñosa cuando quiere y, sobre todo, con sus más allegados.
Historia
La pequeña Wanda Maximoff nació en el seno de una familia rota por la ideología y el miedo. Hija de Magda, una gitana de Rumania, y Erik Lehnsherr, un mutante con desprecio a la raza humana por un pasado turbio, nació segunda acompañada de su mellizo Pietro, causando la muerte a Magda en el mismo parto. Wanda, pues, nació en Wundagore, una montaña situada en Transia, un pequeño pueblo de Rumania al que Magda había ido tras escapar de Erik, en conocer que este era un peligroso terrorista.
Los bebés, desamparados, fueron encontrados y criados por una pareja que vivía a los alrededores, los Maximoff. La infancia trascurrió con absoluta normalidad. Wanda fue educada y creció con las amistades naturales que hico en el lugar en el que echó raíces de forma temporal. Sin embargo, la normalidad no duró toda la vida, y Wanda lo notó, sobre todo, meses después de entrar en la adolescencia. Un intento de violación hico que Wanda prendiera fuego en el granero en el que se encontraba, de forma totalmente “paranormal”. Ella misma se quedó atónita al ver lo que estaba ocurriendo. Sintió la acción como si fuera una película que transcurría ante sus ojos. Ella simplemente deseaba que todo aquello terminase. “Ojalá se prendiera fuego”, pidió, desesperada, mentalmente. “¡Que se prenda fuego!”, repitió con los ojos cerrados y las lágrimas mojando sus mejillas. Cualquiera en la actualidad diría que había sido la casualidad que formaba el que una lámpara de aceite se volcase en la paja, sin embargo y a ojos de los aldeanos, aquello era pura brujería. Wanda había llegado a chillar que se prendiera fuego y, milagrosamente, el fuego se había prendido.
Asustados, la muchedumbre de aldeanos atacó a los mellizos a causa de la enorme superstición que corría por aquellas zonas apartadas de la verdadera civilización; creyendo que habitaba el diablo allá dónde, realmente, se encontraba una evolución en la genética del ser humano.
Erik Lehnsherr fue quién rescató a Wanda de aquel feroz ataque sin sentido, pasando a ser, este, su salvador. Wanda se aferró a su figura por el miedo atroz que pasó tras los acontecimientos y lo convirtió en su mentor sin llegar a saber que, el hombre que los había salvado, era realmente su padre. Erik fue quién le mostró a Wanda que no tenía que tener miedo de su condición y que realmente no era obra del diablo. Le contó sobre la evolución del ser humano y lo cerca que estaban, cada vez, de asemejarse a divinidades. Que aquello que les ocurría era mejor que bueno y, sobre todo, no tenían que sentirse atemorizados de aquellos que no habían mutado, pues eran superiores a ellos. Así fue como decidió unirse a la Hermandad, enfadada hasta rabiar con los humanos, bajo el nombre en clave de “Scarlet Witch” o “Bruja Escarlata”.
De cualquier forma, Wanda empieza a preguntarse si realmente es necesaria tanta ira y rencor.
Poder
El poder de alterar la realidad mediante probabilidades, permite una manipulación de esta casi sin límites en niveles de control avanzados. Esto implica modificar alguna cosa, lo que sea, así como hacerlo desaparecer como si nunca hubiera existido (un ejemplo menor sería eliminar la gravedad sobre un objeto). Sin embargo, el nivel que Wanda tiene de control (actualmente) sobre su poder, le impide llegar a tales extremos: su manipulación de la probabilidad le permite desde levitar objetos (mediante la probabilidad que tiene un objeto de perder la gravedad) hasta situaciones cotidianas (ganar una partida en cualquier juego), pasando por la probabilidad que tiene cierto objeto para explotar y variantes. Eso sí, la manipulación de tal probabilidad, sea en el nivel que sea de control, no tiene que ser algo totalmente imposible como, por ejemplo, originar fuego bajo el agua.
Por otro lado, sus poderes dependen, en gran medida, del estado emocional de la chica, de forma que estos representan, también, su mayor debilidad. Permaneciendo tranquila (y dejando de lado la dificultad de la probabilidad que quiera manipular, ya que no todas son igual de sencillas), es capaz de controlarlo de forma correcta. Sin embargo, cuando su estado anímico cambia a mal, ya sea por ira o tristeza, su habilidad se le puede llegar a escapar de las manos, provocando, en cierta medida, el caos (mediante cambios de probabilidad involuntarios).
Última edición por Wanda A. Maximoff el Vie Jul 04, 2014 7:02 am, editado 3 veces
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