Leah se encontraba en la cima de uno de los edificios más antiguos del lugar, observando la puesta de sol que se alzaba frente a sus ojos, era realmente una vista de lo más encantadora y no le importaba estar allí un par de horas más, pero la dura realidad era que no podía. Erik le había dado ordenes a Leah de reclutar a un tal Remy LeBeau, Lo cual era realmente raro, ya que Erik nunca le había pedido algo así personalmente, ¿Quién era ese sujeto y qué importancia tenía para Erik? Lo más gracioso del caso es que no tenía ni la más remota idea de como era, simplemente una pequeña descripción física, eso era lo único que tenía a su favor. Aún seguía preguntandose la razón del porque tuvo que ser ella la que tendría que traerlo hacia la hermandad, pero cuando se atrevió a preguntarlo, él simplemente se marchó, dejando a la chica en ascuas. Soltó un suspiro, lo que remarcó su indignación sobre el asunto.

Algo se traía entre manos Erik y al parecer Leah era la mediadora entre ambos sujetos, lo cual la hacía ver como una herramienta. Cada día que pasaba se cuestionaba si el estar en la Hermandad fue la decisión correcta, sin embargo entre sus planes no figuraba traicionar a Erik, no después de lo mucho que él la ayudo, ella se lo debía y esta era una forma de pagárselo. Abrió un disco y salió de allí tan rápido como había llegado, Bastó sólo un parpadeo para que la joven apareciera en el parque, si su misión era encontrar a alguien desconocido, ¿Qué mejor lugar para empezar que el parque? todos van allí en sus tardes libres y con un poco de suerte se lo encontraría. Sin embargo no fue tan simple como imaginó, llevaba ya un tiempo recorriendo el lugar buscando a alguien que jamás había visto sin éxito aparente.

Se cansó de buscar y optó por un capuchino, el cual tomó con ambas manos y fue directo hacia el banco más cercano que casualmente estaba sentado un hombre que coincidía con las características físicas que había descrito Erik. Pero sería ya demasiada coincidencia como para ser él, o no sé. Dejó el café a un extremo y tomó su cuaderno de apuntes, en el cual se encontraba un dibujo del hombre que debía encontrar y para la suerte de Leah, era exageradamente igual al chico que estaba a su lado en ese momento. Cerró el cuaderno y sólo se limitó a decir dos palabras. ──Remy LeBeau...── Murmuró por lo bajo, asegurándose de ser lo suficientemente audible para el hombre que estaba sentado junto a ella.

Posiblemente Leah estaba en lo cierto, podría ser él o bien algún conocido, lo cierto es que el sujeto sabía de quien se trataba y eso ya era un gran paso para la chica. Leah desvió su mirada hacia el hombre, analizándolo nuevamente de arriba hacia abajo, como si estaba en búsqueda de algo. ──¿Disculpa, a qué te refieres?── dijo incrédula la joven, ¿a qué se refería con qué era un nombre peligroso, acaso será ese el motivo por el cual Erik lo quería tras las filas de la hermandad? sea como sea, a Leah le empezó a interesar la situación y tal vez no sea tan perdida de tiempo como ella creía.

──¿Acaso lo conoces?── volvió a preguntar, esta vez interesada en lo que le podría decir el extraño con el cual compartía asiento, girando por completo su cuerpo hacia la localización del mismo. En ese momento un montón de preguntas circulaban por la mente de Leah, sin embargo no podría simplemente preguntar así porque si. Nisiquiera sabía si era él con exactitud y si fuese él, ¿Cuál sería el siguiente paso de Leah?

La joven miró al sujeto con sus ojos entrecerrados, genial, esto era lo que faltaba, alguien que la estaba vacilando. Leah era de esas personas que juzgaba a los demás por su primera impresión y el castaño no había comenzado con buen pie. ──¿Lo conoces o no? No me interesa si es peligroso, puedo defenderme por mí misma── dijo la chica con ese tono así de seco que tanto la caracterizaba.

Cuantas ganas tenía que hacerlo aparecer en medio del océano en ese preciso momento, pero tenía que tranquilizarse, sería estúpido perder los estribos por algo insignificante como alguien que se las intentaba de hacer el interesante. Pero algo sí estaba claro, el tipo conocía al tal Remy LeBeau y por más que Leah odie admitirlo, necesitaba de esa información. En ese preciso momento la chica odiaba a Erik por no haberle facilitado más detalles sobre el tan famoso Remy. Vamos que cualquier cosa servía y aún en este momento, seguía si saber el significado de las palabras de Erik.

"Eres la única que puede traerlo hacia mí, ambos son más parecidos de lo que piensas" ¿Parecidos, en qué cosa? mientras más lo piensa, más llegaba a un callejón inconcluso. ──¿Y cómo hago para encontrarlo?── esto se había convertido en algo más que una simple misión, quería saber más, saber sobre ese chico tan misterioso que llamaba la atención de la chica. ──¿Sabes una cosa? esto es una pérdida de tiempo, no sabes absolutamente nada, te dejo para que sigas observándole el trasero a las chicas que pasan por aquí, porque es obvio que no tienes nada mejor que hacer── sentenció la joven, levantándose del banco y alejandose del lugar, esperando alguna reacción del sujeto, puesto que era obvio que Leah no saldría bien librada del asunto, aunque lo hacía más interesante.

Posiblemente el medio no justifica la causa, pero en el caso de Leah, no se podía permitir tan siquiera un segundo hablando con un desconocido que lo más probable era que estuviera vacilandole, seguramente era uno de esos que intentaba ligar con cualquier chica para pasar una noche ardiente, no lo sabía y no le interesaba. Sin embargo Leah no era de esas que tenía mucha paciencia y sacar información a una persona que no está dispuesta a dársela no era lo de ella, Hasta capaz y no tenga ninguna información y sólo se esté haciendo el interesante. Leah se detuvo un momento al oír lo que dijo el hombre, sí lo conocía o al menos eso afirmaba.

La jóven giró su rostro hacia él, mirándolo con aquella mirada fría tan típica de ella. ¿Estaría diciendo la verdad? sea como sea, Leah no tenía nada más, ni tan siquiera una pista, así que tal vez pensó en seguirle el juego, aunque no estaba segura que tan provechoso llegue a ser. ──Si en verdad lo conoces, entonces sabrás encontrarlo── Dijo la joven dudosa, no sabía si creerle, ¿Qué tan especial es ese sujeto? Leah soltó una pequeña carcajada ante el comentario del desconocido, ella jamás haría eso, el hecho de mantener una conversación con un humano era algo que ni siquiera pasaba por su cabeza. ──Lo siento si te parecí borde, pero me parece que no sabes nada y sólo intentas hacerme conversación para llegar a algún punto indeseable, llámame loca── El comentario del sujeto tenía un tono irónico pero dentro de lo que cabe, no estaba del todo errado y eso hacía enfadar a Leah.

¿Hasta que punto había que llegar para conseguir algo de información? ──¿Tienes alguna idea mejor? porque para hablar tanto, no estás ayudandome en lo absoluto── finalizó la joven, cruzándose de brazos, alguna que otra idea extremista pasó por su cabeza, tal vez mostrarle el peligro le haría cambiar su opinión, pero no podía simplemente mostrarle su poder a un desconocido, humano, simplemente no era una opción, o al menos por el momento.